Artenara tiene lista su fábrica para crear energía con biomasa
El primer edil, Jesús Díaz, confía en que la planta que convertirá restos forestales en pastillas para generar calor (pellets) empiece a operar en enero de 2024
La planta que promueve el Ayuntamiento de Artenara para convertir en pastillas de energía (pellets) la biomasa de podas y trabajos forestales ya tiene la maquinaria instalada y probada con éxito para empezar a trabajar, algo que el alcalde, Jesús Díaz, confía en que tenga lugar el próximo enero.
La fábrica, detalla el primer edil, es capaz de producir 500 kilos de pellets por hora, operará durante seis meses al año y su gestión correrá a cargo de una empresa municipal que el Consistorio todavía está creando.
Díaz explica que esta actividad permitirá la creación de tres o cuatro empleos para personas que, durante la otra mitad del año, harán otras tareas para el municipio, como limpieza de caminos y senderos y embellecimiento de calles y plazas.
Financiada con 530.000 euros por la Consejería de Soberanía Alimentaria del Cabildo, que dirige Miguel Hidalgo, su puesta en marcha cuenta con un estudio de mercado previo que concluye que es viable. Hidalgo acudió a su montaje y prueba.
Con ese dinero se pagaron los equipos para la recogida, transporte, acopio y primer procesamiento de la biomasa (tractor, biotrituradora y herramientas, maquinaria y equipamiento manual), el diseño, adquisición, instalación y puesta en servicio de la planta (sistema de ensacado y la briquetadora) y la maquinaria para la gestión de la biomasa, entre otros elementos.
Espacios públicos y privados
Las pastillas resultantes del procesamiento de restos forestales en esta fábrica servirán para calentar espacios públicos, como las oficinas municipales y la residencia de mayores de Artenara, e instalaciones privadas. Según avanza el alcalde, varios hoteles del sur, la clínica San Roque y la residencia de Tafira pretenden utilizarlas.
Varias panaderías de distintos municipios también han mostrado su interés por el aprovechamiento de esas pastillas, más económicas que la energía eléctrica, para su actividad industrial.
Los pellets que actualmente se emplean en la isla para el calentamiento de instalaciones proceden de Asturias y de Brasil.