Los sebadales y el cardonal-tabaibal de Guguy son los ases del Parque Nacional

Esos son los dos ases con los que el Cabildo intenta ganar la partida iniciada ante el Ministerio de Transición Ecológica, después de los fracasos acumulados en anteriores décadas, para crear en Gran Canaria el quinto parque nacional del archipiélago. En esta ocasión, y por primera vez, la propuesta es más marina que terrestre y deja fuera espacios protegidos barajados en anteriores candidaturas como el Parque Natural de Tamadaba, la Reserva Natural Integral de Inagua y el Parque Rural del Nublo.

Ahora son 10.140,51 hectáreas las que se declararían parque nacional y de ellas 7.219,61 son marinas (el 71,78% del total) y se corresponden con la Zona de Especial Conservación Sebadales de Guguy, incluida en la Red Natura 2000 desde el año 2011.

Ocupa la franja costera limítrofe con la Reserva Natural Especial de Guguy, que aportaría 2.920,9 hectáreas terrestres con forma de cuña. La Punta de La Aldea y la desembocadura del barranco de Tasartico quedan fuera de los límites.

Además, la ZEC Sebadales de Guguy se solapa parcialmente con la Zona de Especial Conservación para las Aves (ZEPA) del Espacio Marino Mogán-La Aldea para la protección de especies como la pardela cenicienta y el petrel de Buwler.

Otras aportaciones a la red nacional serían, en el medio marino, el papel de esas aguas como áreas pelágicas de paso, reproducción o presencia habitual de cetáceos o grandes peces migratorios y la presencia de comunidades de sustrato duro con poblamientos algares fotófilos o esciáfilos. Y en el terrestre aparecen también sistemas naturales singulares de origen volcánico en torno al macizo de Guguy.

Uno de los puntos fuertes de la propuesta de Guguy son sus tabaibales y cardonales, que ocupan el 66,73 % de la superficie de la Reserva y representan el 16% de la superficie de tabaibales y cardonales de Gran Canaria. Destacan, además, por su tamaño y su excelente estado de conservación.

En tierra, la candidatura ocupa un espacio de escasa o muy escasa presencia y actividad humana con un alto porcentaje de suelo público. Casi la mitad es compartido por el Cabildo y el Ayuntamiento de La Aldea de San Nicolás, embarcado también en la apuesta por crear el parque nacional de Gran Canaria.

Las dimensiones propuestas convertirían a Guguy en el segundo parque nacional de mayor superficie de Canarias, después del Teide, en Tenerife, y el primero del archipiélago con una parte marina. Los otros dos con ámbito marino están en Baleares y en Galicia.

La superficie propuesta dobla la mínima exigida en las islas, que es de 5.000 hectáreas, y supera por poco la mínima que se necesita en territorio peninsular (10.000 hectáreas).

La candidatura elevada ya al Ministerio destaca que las 3.476 hectáreas de superficie del macizo de Guguy, en sentido amplio, cuentan con una mayor proporción de endemismos insulares por kilómetro cuadrado que la existente en los cuatro parques nacionales de Canarias.

Según recoge la propuesta, basándose en estudios realizados en 2003, cuando también se barajó la creación de un parque nacional marino-terrestre en Guguy, en la Reserva Natural Especial se concentran hasta 39 endemismos insulares y otros 78 canarios.

La creación del Parque Nacional de Guguy prohibiría la pesca deportiva en las aguas protegidas, pero no las actividades pesqueras tradicionales en esa costa, de forma que no se podría pescar con caña desde las playas de Guguy pero sí en la Punta de La Aldea o en la desembocadura de Tasartico.

La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo ha trasladado ya la propuesta a las cofradías de pescadores más cercanas a Guguy, las de Agaete, en la que están los barcos de La Aldea, Mogán y Arguineguín, siendo recibida con mayores reticencias por la de Mogán, según las fuentes consultadas.

Las características de las corrientes en esas aguas, más difíciles de faenar que las situadas entre Maspalomas y la Punta del Descojonado, hacen que no se centre en ellas su esfuerzo pesquero. Hay actividad pesquera pero no es intensiva, señalan desde Medio Ambiente.

La inexistencia de emisarios submarinos de vertido de aguas residuales o de salmuera procedente de desaladoras en esa franja marina del oeste es otro punto a favor de su protección como parque nacional.