El alcalde de Teror anuncia medidas para solucionar los problemas de abasto

El alcalde de Teror, José Agustín Arencibia, se reunió con una veintena de vecinos del municipio para conocer sus preocupaciones y poder trasladarles las medidas que se están llevando a cabo desde el Ayuntamiento para poner fin a la crisis de abastecimiento de agua que existe en la villa mariana. «Estamos valorando la posibilidad de traer agua con la ayuda de la empresa Emalsa del canal de Tejeda, aunque para ello necesitamos realizar una obra para instalar una tubería de unos 180 metros de longitud para mejorar el suministro de agua en el municipio», indicó Arencibia.

En el caso de que esto sea posible, el agua que llegaría desde Tejeda a la zona de los Arbejales y el Faro podría ser redistribuida a todo el municipio debido a que se cuenta con un anillo hidráulico que permite traspasar el agua a los diferentes depósitos que existen en Teror. Pese a ello, el alcalde indicó a los vecinos que no puede asegurarle una fecha exacta para que esas obras se terminen, pero se estima que «puedan durar una o dos semanas».

Otra de las vías que se estudian desde el Ayuntamiento es el sondeo de Los Granadillos que «se ha puesto en marcha después de 17 años y que, aunque esa agua no sea apta para el consumo, existe la posibilidad de llevarla a la balsa que está en Osorio e intercambiarla con los agricultores por agua buena«, señala el alcalde a este periódico.

Finalmente, la tercera vía, una solución más a medio o largo plazo, en la que se encuentra trabajando el Ayuntamiento de Teror es, junto al municipio de Arucas, conseguir que el agua desalada llegue a ambos municipios. «Esta semana tenemos una reunión con el Consejo Insular de Aguas para conseguir traer agua desalada a Teror y que esta crisis, que afecta a los vecinos en verano, no se repita».

María Pulido, portavoz en Gran Canaria de la Plataforma de Residencias Públicas y Dignas para Mayores y Discapacitados de Canarias, estuvo presente en la reunión y afirma que «los vecinos están cansados y exigen responsabilidades». Pese a que el Ayuntamiento se encuentra suministrando a los vecinos con cubas de agua, existe un desconcierto en el municipio porque «hacía más de ocho meses que no se pagaban los recibos de agua al proveedor y cuando se pagaron, se cansó y dejó de suministrar agua», denuncia Pulido. Además, los vecinos reclaman que se busquen soluciones en los meses de invierno y no dejar a que llegue el verano, cuando aumenta notablemente el consumo del agua, para ponerle remedio.

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