Agüimes rescindirá con la constructora del centro cultural del Cruce antes de que empiece la obra
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El Ayuntamiento motiva la decisión por el intento de la empresa de instar un modificado del proyecto que lo altera e incrementaría su costeLa Casa de la Cultura del Cruce de Arinaga seguirá formando parte del paisaje urbano de Agüimes durante al menos un año más. El Ayuntamiento se ve obligado a dar marcha atrás a los planes que se había trazado y anuncia que resolverá el contrato que firmó con la constructora que iba a levantar en su lugar un edificio singular que tendría también las funciones de centro cultural. La inversión prevista ascendía a unos 4,7 millones de euros.
La ruptura no solo se produce antes incluso de que empezaran los trabajos, sino que traerá consigo la resolución de otros tres contratos que estaban vinculados a este, que suman, entre los tres, un valor de 923.000 euros. Y es que la complejidad de esta obra había traído consigo la licitación del proyecto en cuatro lotes: la demolición del edificio preexistente, la ejecución del nuevo, la dotación de instalaciones y la coordinación de seguridad y salud.
CUATRO CONTRATOS
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Demolición La empresa Preconte CYS 91 iba a demoler la vieja Casa de la Cultura por 89.983 euros.
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Nuevo edificio Estaba previsto que lo ejecutase Proyecon Galicia por 4,7 millones de euros (4.756.026).
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Instalaciones Iban a correr de la mano de Ingemont Tecnologías SA por un importe de 812.791 euros.
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Seguridad y Salud Es el contrato de menor cuantía. Se adjudicó por 20.865 euros. Los cuatro serán resueltos.
La decisión ya está tomada, avanza el alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, y será aprobada en una próxima sesión de la Mesa de Contratación, a falta solo del preceptivo informe jurídico.
Modificado del proyecto
El motivo que alega el gobierno es la presentación por parte de la adjudicataria, Proyecon Galicia SA, antes incluso de que empezaran las obras, de una propuesta de modificado de proyecto que no solo altera las características arquitectónicas del edificio inicial (por ejemplo, cambiar el acero por el hormigón), sino que, además, conllevaría un incremento en el coste de las obras. Informa el alcalde de que si bien aún no están cuantificados los cambios, tiene muy claro que implicarán sobrecoste.
Hernández confiesa que en cuanto supieron que había ganado el concurso, hicieron una simple indagación y no hallaron demasiadas buenas referencias respecto a la forma de trabajar de esta constructora. Así y todo, los informes técnicos le dieron mayor puntuación que al resto de aspirantes y el contrato se firmó con ellos.
Reunión previa de advertencia
«Antes de la firma les convoqué a una reunión para curarme en salud y advertirles de que no íbamos a permitirles modificado alguno de la obra», informa el alcalde, que buscaba evitar contratiempos como los que el Ayuntamiento tuvo con la obra del centro polivalente del Cruce de Arinaga, convertido en un quebradero de cabeza que también obligó a la resolución del contrato.
A Hernández le molesta que una empresa opte a la baja a un concurso, lo gane porque su oferta es la más económica y después pretenda alterarlo y encarecerlo antes de empezarlo. Es más, recuerda que Proyecon resultó vencedora frente a otras 10, «algunas de ellas de acreditada solvencia».
Una oferta de 1,6 millones de euros menos
En concreto, el presupuesto de licitación de esta obra era de 6,4 millones y Proyecon ofertó hacerla en 4,7, es decir, 1,6 millones de euros menos. «Y no pueden alegar que los precios han subido porque cuando hicieron la oferta ya había pasado la etapa más crítica».
La resolución de este contrato traerá en cadena la del suscrito con Preconte CYS 91 para la demolición de la actual Casa de la Cultura (89.983 euros), la del de la dotación de las instalaciones del complejo, con Ingemont Tecnologías SA (812.791 euros), y la del de coordinación de seguridad y salud (20.865 euros).
Reabrirá la Casa de la Cultura
El alcalde confiesa que ve complicado que las obras del nuevo edificio empiecen antes de que acabe el mandato, de ahí la decisión municipal de reabrir la vieja Casa de la Cultura, que data de 1990, después del verano.
Allí volverán algunas de las actividades que venía acogiendo. No oculta su «decepción», porque «este gobierno tenía puestas muchas ilusiones en un proyecto que iba a dar un salto de calidad en las infraestructuras públicas del Cruce».
Este periódico intentó sin éxito conocer la versión de Proyecon.