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Mucha agua, viento y frío que tiñen la isla de verde

Filomena hace de las suyas ·

La borrasca deja imágenes preciosas en la cumbre, aunque provoca derrumbes en varias vías de acceso a Tejeda

Francisco José Fajardo

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 9 de enero 2021

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Las lluvias que están empapando estos días Gran Canaria nos están ofreciendo estampas espectaculares y que no se producían desde hace muchos años, pero también han provocado numerosos y cuantiosos daños a las carreteras de acceso a la cumbre. Es la parte positiva y negativa que está ofreciendo la borrasca Filomena a su paso por la isla, el verde del paisaje y el agua corriendo por los barrancos, contrasta con imágenes de vías cortadas por varios derrumbes que, por suerte, no han provocado daños personales aunque han tenido alerta durante todo el día al servicio de Carreteras del Cabildo Insular de Gran Canaria.

El día de ayer amaneció con la noticia del corte de las carreteras GC-60 y la GC-605 que unen Ayacata y Tejeda. En el primero de los casos, se trató de un espectacular alud de teniques y tierra que sepultó la vía y se llevó por delante vallas y señales, «aunque al menos no arrasó con la propia carretera montaña abajo ni llegaron las piedras a la casa que hay cerca», explicaba Miguel Suárez, técnico de Carreteras del Cabildo y que ayer tuvo un día «muy intenso». Y es que desde primera hora no pararon de recorrer decenas de kilómetros por las vías de la zona alta de la isla «acondicionando el firme para que los coches pudiesen circular con seguridad tras una noche en la que el fuerte viento hizo de las suyas», narraba mientras observaba resignado las consecuencias del desprendimiento de la GC-60. «Es una pena porque esta obra no será sencilla ya que habrá que romper las piedras más grandes para poder quitarlas, poner muros y mallas, pero al menos tenemos que dar las gracias a Dios de que no pasó nadie por este sitio cuando cayeron ya que pudo haber ocurrido una desgracia», suspiraba.

Unos cientos de metros carretera abajo también trabajaban los operarios en otro derrumbe, este de menor calibre aunque también complejo de solucionar, mientras que el resto de sus compañeros intentaban abrir la vía GC-654 a la altura de Risco Blanco también por caída de piedras, un trabajo que dio sus frutos a primera hora de la tarde.

«El agua es vital para todos aunque merme las reservas previstas en el restaurante durante el fin de semana»

Borja Marrero (empresario)

Todo este cúmulo de incidencias fue ajeno a varias decenas de curiosos que, a pesar de las advertencias publicadas en los medios de comunicación del peligro que entrañaba subir a lo más alto de Gran Canaria, no hicieron caso y visitaron Tejeda, móvil en mano, para parar en cualquier arcén y fotografiarlo todo. «Es que el campo está precioso y merece la pena venir de visita», explicaba Efrén Díaz cuando detuvo su coche en el mirador de la Cesta para sacar la típica foto que en esta ocasión no tenía sentido ya que el roque Bentayga apenas asomaba entre las nubes de lluvia.

Los caideros que bajaban de la zona alta del Nublo eran espectaculares «y llevan así varios días», apuntaba Yasmina Santana, quien se dirigía a trabajar con su coche a Artenara: «Hacía años que no veía llover así y tanto tiempo seguido y todos comentamos en el pueblo lo importante que es, sobre todo, después de los últimos incendios que sufrimos. Ojalá que siga cayendo agua y empape nuestra tierra, pero que sea así, una lluvia que no cause muchos destrozos porque ya bastante que hemos sufrido en los últimos tiempos», reflexionaba.

Ella, junto a otros muchos trabajadores de las zonas altas de Gran Canaria, experimentaban sentimientos encontrados. Por una parte, al vivir en municipios como Tejeda, San Mateo o Artenara, bendecían la llegada del agua y la borrasca Filomena, pero por otra, esta circunstancia les mermaba en sus negocios. «Yo estoy muy contento de que esté lloviendo ya que hacía demasiado tiempo que no caía tanta agua y la necesitamos. Está claro que el agua es vital para todos, aunque también es cierto que esto nos afectará a las reservas que teníamos previstas en el restaurante durante el fin de semana», detallaba Borja Marrero, propietario de restaurante Texeda. Este joven emprendedor contaba que el hecho de que hayan recomendado a la población no subir a la cumbre estos días «ha provocado que muchas personas cancelaran sus reservas, pero es algo que tenemos que asumir», manifestó resignado. «Soy de la cumbre y la lluvia es necesaria. Estoy convencido de que, cuando acabe la borrasca, vendrán cientos de personas para disfrutar de paisajes únicos así que, tenemos que ser optimistas», explicó Borja Marrero desde el mismo casco del pueblo, donde otros negocios como Dulces de Tejeda, recibían clientes a cuentagotas. «Es normal porque hace muy mal tiempo y la gente se queda en sus casas, aunque siempre los fines de semana esto es una avalancha de visitantes», comentaba su dependienta.

«Hay muchas zonas peligrosas en las vías de la cumbre. Lo mejor es quedarse en casa y así evitar riesgos»

Miguel suárez (carreteras)

Unos kilómetros más hacia la cumbre, Gonzalo Alejo, director del Parador Nacional de Tejeda, contaba como la borrasca ha provocado que «algunos clientes hayan cancelado sus reservas para este fin de semana», aunque apuntó que el resto del mes de diciembre fue «muy positivo, con una ocupación media de 90%».

Ahora, con Filomena regando la isla, «las cancelaciones son lógicas y por ello, no penalizamos a quienes la realicen aunque sea fuera de plazo», y sostuvo que están «preparados por si cae nieve, aunque nosotros estamos a 1.570 metros de altitud y dicen que la previsión es que caiga a partir de los 1.700», apuntó.

En los exteriores del Parador se vieron ayer a pocos visitantes y solo las gallinas y algún que otro curioso se pasearon por la Cruz de Tejeda. «Es lógico porque venir con este tiempo es peligroso y por eso nosotros regresamos a nuestras casas. Que hagan caso y suban cuando se pueda», pedía Carmen Morales mientras abandonaba el Parador tras unos días de descanso.

La borrasca Filomena quiere seguir siendo protagonista este fin de semana y, por ello, las autoridades piden a la ciudadanía que extremen las precauciones y no suban a la cumbre. Ya habrá tiempo de disfrutar de estos paisajes tan espectaculares.

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