'Vuelta a casa' de los mahos en forma de cerámicas, conchas y piedras
Arqueología ·
El Museo Canario y el Arqueológico de Tenerife ceden al Arqueológico majorero las piezas de la cultura prehispánica en depósito desde el siglo XIX. La familia de Roberto Roldán Verdejo dona materiales de forma permanente. La exposición se puede contemplar en Betancuria durante un año
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«¿Que dónde vamos a meter tantas piezas? Anda que no tiene vitrinas y salas nuestro Museo Arqueológico». Isidoro Sánchez, conservador jefe, da fe de que hay espacio de sobra para albergar a los fondos pertenecientes a la cultura de los mahos que ceden por un año el Museo Arqueológico de Tenerife y el Museo Canario, incluidos los materiales localizados por Sebastián Jiménez Sánchez. Por si fueran pocas vasijas, cuentas placas, conchas, fragmentos de cerámica y herramientas de piedra, el museo majorero acoge la donación de materiales de Roberto Roldán Verdejo (1934-2004), quien rescató para la Historia los antiguos acuerdos del Cabildo viejo, con sede en Betancuria.
Como no podía ser de otra manera, la exposición temporal de todos estos fondos se llama 'De vuelta a casa. El legado del pueblo maho' y se inauguró este jueves en el Museo Arqueológico de Fuerteventura, en Betancuria. La muestra rinde además homenaje a Nacho Hernández, técnico de patrimonio cultural del Cabildo y figura destacada en la promoción de la cultura desde 1984.
Y vuelven a casa los materiales de la cultura de los mahos o majos que, desde el siglo XIX, se sacaron de tierras majoreras a consecuencia del creciente interés por el coleccionismo privado y para asegurar su conservación en el Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria y el Museo Arqueológico de Tenerife. Pero no está toda la huella de los prehispánicos de Fuerteventura, puesto que todavía hay más restos majos en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el Museo Quay Braily de París, el Museo del Hombre de París y el Museo Benahorita de La Palma.
Además de los citados museos de Las Palmas de Gran Canaria y Tenerife, han hecho posible este regreso a casa la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, el Instituto Canario de Desarrollo Cultural y la Universidad de La Laguna.
Por parte del Museo Canario, el préstamo de un año consta de once recipientes de los aborígenes de Fuerteventura, 169 fragmentos de cerámica, 81 piezas líticas, 28 fragmentos de restos antropológicos y restos lígneos, malacológicos y de fauna. Especialmente importantes son los materiales arqueológicos del yacimiento de la Rosita del Vicario (en el barranco de la Torre, en Antigua), excavado en la década de los 40 del siglo XX por Sebastián Jiménez Sánchez y que muestra la importancia de este enclave no sólo para los majos, sino también para los conquistadores normandos, subraya Isidoro Sánchez Hernández.
A modo de complemento de los fondos acopiados en las campañas arqueológicas de Jiménez Sánchez, se proyecta un audiovisual titulado 'Las prospecciones arqueológicas de Sebastián Jiménez Sánchez', realizado en base a una investigación realizada por el Museo Arqueológico de Fuerteventura en el fondo documental que fue acumulando este investigador sobre Fuerteventura en la década de los 40 del siglo pasado, y que actualmente custodia el Museo Canario.
Todos, otra vez todos, los fondos de la cultura de los mahos que atesora el Museo Arqueológico de Tenerife, se pueden contemplar en esta muestra. Son 28 recipientes pertenecientes a la cultura del pueblo majo, 352 fragmentos de cerámicas de distintos yacimientos de la isla, 42 herramientas líticas, 174 cuentas placas, además de restos bioantropológicos. Destaca la colección de cuentas placas, utilizadas como elementos decorativos de los antiguos canarios, así como la variedad de formas y decoración de las vasijas cerámicas, en muy buen estado de conservación.
Dos recipientes cerámicos, un molino de mano en basalto, cinco elementos líticos y 25 fragmentos cerámicos de distinto tamaño profusamente decorados, pertenecientes a la Cueva de Esquinzo (Tindaya), integran la donación -y por tanto permanente- de la familia de Roberto Roldán Verdejo al Museo Arqueológico de Fuerteventura, que también lucen en esta exposición 'De vuelta a casa. El legado del pueblo majo'. Roldán Verdejo (Santa Cruz de Tenerife, 1934-2006), «hombre de leyes con una fuerte vocación histórica», como lo definen desde el Museo Arqueológico majorero, culminó su trayectoria profesional como catedrático de Historia del Derecho de la Universidad de La Laguna.
Juez en Puerto del Rosario, compaginó la práctica judicial con el rescate de las fuentes documentales de la isla. Trabajó con los documentos del archivo del viejo Cabildo majorero «y de hecho los salvó de una segura desaparición, los transcribió y sentó las bases del Archivo Histórico Insular».
Su dedicación fue premiada con el título de hijo adoptivo de la sla por el Cabildo majorero. Su interés por la preservación del patrimonio cultural le acercó también a la arqueología de Fuerteventura. Colaboró con Luis Diego Cuscoy con alguna intervención en Pozo Negro. Fruto de estos trabajos remitió restos óseos a Cuscoy, huesos de ovicaprinos y un punzón fragmentado, que están en los fondos del Museo Arqueológico de Tenerife.
Como le espetó en la inauguración de la muestra, medio en broma, medio en serio, Luis Lorenzo Mata, director del Museo Arqueológico de Fuerteventura, a su colega del Museo Canario, Daniel Pérez Estévez, «cuando dentro de un año vengan a buscar las piezas, a lo mejor no se las devolvemos».
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