El saber de la ganadería ancestral de Vicente Hernández entra en el Museo Arqueológico de Fuerteventura
Arqueología ·
El comisionado de costa de Betancuria desde hace 50 años participa, con motivo del Día Internacional de los Museos, en el MAF junto a Antonio Cabrera, docente de la talla de piedra, el ceramista Silverio López y la ganadera Guillermina Barrios, testigos todos de que ciertas tradiciones actuales tienen su raíz en costumbres aborígenesLa experiencia de medio siglo como comisionado de costa y de toda una vida como ganadero entró en el Museo Arqueológico de Fuerteventura (MAF) con Vicente Hernández Santana. El ganadero participó este miércoles, 14 de mayo, en el ciclo cultural Entre Vitrinas bajo el título de 'Pervivencias, una cultura ancestral', donde también estuvieron presentes Antonio Cabrera, docente de la talla de piedra, el ceramista Silverio López y la ganadera Guillermina Barrios, testigos todos de que ciertas tradiciones actuales tienen su raíz en costumbres aborígenes.
Para comerlo con gofio y para los dolores de las articulaciones confirmó Vicente (Antigua, 1946) que se usaba el sebo derretido en la sociedad ganadera y agrícola donde nació el tercero de nueve hermanos. «Cuando era niño, se mataba al animal, se cogía el sebo y se derretía, almacenándolo después en recipiente de barro o cristal, donde se solidificaba para conservarlo».
Es el mismo producto que recogen las crónicas en continuas referencias a que los habitantes prehispánicos lo almacenaban derretido en cerámicas. «Y una de estas cerámicas aborígenes está en el MAF», confirma Isidoro Hernández Sánchez, su director, relacionando esta tradición ganadera con la cultura de los mahos.
El comisionado de poco más de 3.000 hectáreas de costa o mancomún de Betancuria donde viven sueltas unas 1.400 cabras también usaba tabajostes para ordeñar como los expuestos en las vitrinas del MAF. «Hasta los años 70 era común tener tabajostes para el ordeño de las cabras. Los míos no tenían decoración ninguna por fuera [como sí tienen los indígenas], pero la forma y el pico vertedero son iguales».
Sobre las cabras, el ganadero usó el término tajorase para referirse al macho de apróximadamente un año de edad. «Se trata de un término de clara adscripción aborigen», afirma el responsable del MAF, con sede en Betancuria.
Vicente Hernández Santana, que por primera vez asistió a una apañada en la costa ganadera de Monteagudo en Antigua con 11 años, también recordó en la programación del MAF con motivo del Día Internacional de los Museos que se comían las cabezas de ganado echándolas a las brasas, tal y como aparecen en las vitrinas del museo.
A la costumbre ancestral de las apañadas, que se remontan a la época prehispánica, el también Medalla de Oro del Gobierno de Canarias de 2025 terminó invitando a la prevista el próximo 14 de junio en la costa de Betancuria. La distinción de Vicente la compartió entonces con los otros cinco comisionados o ganaderos que se encargan de coordinar el cuidado del ganado guanil que pasta suelto en el mancomún.