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Los tres acusados de un presunto delito de odio y la denunciante, que actuó como testigo en el juicio. C7
«Estaba rapeando y grité conguito porque rimaba con perrito»
Tribunales

«Estaba rapeando y grité conguito porque rimaba con perrito»

Racismo ·

En el juicio por un delito de odio contra tres acusados, la Fiscalía concluyó que no se opone a una sentencia absolutoria, es decir mantiene la acusación, pero no existen pruebas suficientes

Catalina García

Puerto del Rosario

Martes, 7 de noviembre 2023, 12:37

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El juicio oral por un supuesto delito de odio de tres acusados contra una menor terminó este martes con el anuncio de la Fiscalía de no oponerse a una sentencia absolutoria a la vista de que no existir pruebas suficientes, aunque matizó que mantiene la acusación. Los tres acusados coincidieron en que aquella tarde del 4 de abril de 2021 en la rotonda de El Aceitún, en Gran Tarajal, en el municipio de Tuineje, ninguno gritó a la chica «negra de mierda», ni tampoco «lárgate de aquí», sino que un cuarto amigo -menor de edad en aquel entonces y rapero- estaba rapeando y gritó «conguito porque rimaba con perrito», que ella había sacado a pasear por la zona.

Frente al relato de los cuatro amigos que estaban dentro del coche aquella tarde, la menor -que entonces tenía 14 años y ahora 17- confirmó los insultos de tintes racistas que le dirigieron desde el coche aparcado, aunque reconoció con precisión sólo a uno de los tres acusados, al segundo con cierta duda y el tercero no le sonaba. Tras las frases denigratorias, la menor se acercó al coche, se enfrentó a sus ocupantes y los grabó en un vídeo que se usó como prueba en todo el proceso y que se reprodujo este martes en la vista oral celebrada por la Sección Primera de la Audiencia Provincial bajo la presidencia de Miguel Ángel Parramón, con el magistrado Pedro Fuentes como ponente.

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La madre de la menor corroboró la versión y explicó que su hija la llamó esa tarde llorando para que la fuera a buscar a El Aceitún porque «unos chicos le habían gritado de lo último». Finalmente, la chica llegó a casa por sus propios medios «desalada, la tengo en el psicólogo y no ha vuelto a ir a esa zona desde entonces».

El testigo de la defensa, y cuarto ocupante del vehículo que entonces era menor de edad, aseguró que estaban rapeando, con la música alta y que no vieron a la chica hasta que se acercó con el perrito a grabarlos. «Rapeé conguito, pero sin ánimo de ofender ni a la menor, ni a nadie, sólo por la rima».

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