El morispaldo o el berrendo: los candidatos a sementales de la raza caprina majorera

Al morispaldo claro, que va para tres años, la Asociación de Criadores de Cabras de Fuerteventura le realizará las pruebas que confirmarán si pertenece a la raza majorera y pasar así al nuevo Centro de Sementales de la Raza Caprina Majorera que la Federación Nacional de Criadores de la Raza Caprina Majorera (Fecama) inaugura este viernes en los Cascajos de Almácigo, en e l municipio de Puerto del Rosario. Entre otras pruebas, consisten en comprobar si los cuernos los tienen en forma de arco, si le cuelgan mamellas en el cuello, si orejas de tamaño medio, si cola de inserción alta y otras características del prototipo racial; y en recoger muestras de pelo y sangre para analizar el ADN y la caseína.

Los llamados valoradores de la asociación van explotación por explotación de los ganaderos mirando y seleccionando los ejemplares que pueden catalogarse a la raza caprina majorera.

El berrendo parece más hocicúo, pero luego es manso cuando coge confianza, como apunta Alcira, como el melado y el otro morispaldo más oscuro. «¿Que cuál es el más bonito? Todos. Para un ganadero que los ha visto crecer, los suelta a diario y les da de comer, los siete son bonitos».

La ganadería de sus padres María Belén y Miguel pertenece a la Asociación de Criadores de Cabras de Fuerteventura desde su fundación en 2010, de la que hoy forma parte el 50% de los ganaderos profesionales de la isla, «en su mayor parte son jóvenes que se van incorporando al sector, lo que nos hace ilusión», señala su presidente Iriome Perdomo. El colectivo está integrado en la Federación Nacional de Criadores de la Raza Caprina Majorera (Fecama), compuesta por 110 explotaciones ganaderas del archipiélago, de las cuales 42 son de Fuerteventura, cinco de Tenerife y el resto de Gran Canaria.

Las ganaderías asociadas a la Fecama podrán beneficiarse del «gran avance genético y sanitario para la raza caprina majorera» que supone el nuevo Centro de Sementales, como lo califica Iriome Perdomo, presidente del colectivo desde 2017.

La puesta en marcha de esta infraestructura supondrá «ahorrar muchos pasos y esperas de años a que hijas de sementales y de cabras buenas empiecen a criar y dar leche para saber si esos animales son buenos o no. En el laboratorio del nuevo Centro de Sementales, lo comprobaremos ahora y el ganadero también va viendo la necesidad de tener animales buenos y sanitariamente limpios, porque realmente son muchos los animales que se nos mueren al año».

El nuevo centro es «casi un sueño que empezamos a luchar en la asociación desde 2017, pero que lo veíamos muy, muy lejos, por eso casi ni me lo puedo creer que sea una realidad y menos en Fuerteventura, gracias al esfuerzo de nuestros ganaderos, de las instituciones y de muchísima gente que se ha puesto a trabajar por la mejora genética para que, con menos animales, busquemos la rentabilidad».

Esta infraestructura de selección genética puede acoger hasta 70 sementales, aunque ahora alberga a seis machos candidatos, actualmente en aislamiento sanitario. Es un espacio que «cuenta con la tecnología necesaria para la extracción, análisis en laboratorio, congelación y distribución del semen de estos ejemplares», detalla Perdomo.

La raza caprina majorera, subraya Iriome Perdomo, es una de las mejores en zonas áridas «y de las más productivas y que menos gasto tiene en comida, con una ración diaria de 1,200 gramos de grano mezclado con alfalfa».

El programa de selección genética de la raza majorera es imposible desarrollar sin garantías sanitarias, pues se hace necesario «prevenir la presencia de enfermedades que puedan transmitirse por el semen, y así evitar que pudieran contaminarse otras ganaderías», señala Christian de la Fe, catedrático de sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, que se ha encargado de la evaluación sanitaria de los machos candidatos como podrían ser el morispaldo claro o el berrendo de la ganadería de María Belén Ramírez y Miguel Calero, que viven ajenos a todo en la ganadería del Coto de Chinichivito.