Lois es Lois, sin necesidad de papeleo médico y psicológico que confirme su identidad sexual
La asociación Euforia Familias-Trans Aliadas celebra «el triunfo» que esta niña majorera de nueve años ha conseguido en el Registro Civil de Fuerteventura. El colectivo anima a las familias a que soliciten las rectificaciones «sin límites de edad, sin diagnóstico y sin informes de tratamiento»
Lois, que a los cuatro años logró cambiar su nombre en el Registro Civil, ha conseguido ahora que se le reconozca su identidad sexual con nueve años, sin tener que entregar por primera vez informes médicos y psicológicos. Así lo anuncia la asociación Euforia Familias Trans Aliadas, que considera este trámite «una victoria, conseguida en el Registro Civil de Fuerteventura, que la convierte en pionera y abre camino al resto de menores de edad que batallan por el cambio de sexo en un registro civil».
Euforia caifica como «ilusionante» el auto del Registro Civil majorero que rectifica la identidad sexual de Lois, tal y como se hace eco el portal digital NoticiasFuerteventura. Natalia Aventín, presidenta de la asociación, explica que están siguiendo esta estrategia en más registros civiles., «en base a sentencias judiciales y en posicionamientos de Naciones Unidas que aseguran que la transexualidad no es una enfermedad y, por tanto, no hay por qué entregar informes médicos que hablen de disforia de género para conceder los cambios en los registros», explica Aventín.
El cambio en la identidad de género está recogido en la Ley 3/2007, de 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. En ella, en su artículo uno se recoge que tienen derecho a estas rectificaciones «toda persona de nacionalidad española, mayor de edad y con capacidad suficiente para ello». Quedan fuera, por tanto, los menores de edad.
Frente a esta normativa, la asociación de familias Euforia tienen claro que no se van a quedar a la espera de que quienes legislan acaben de entender que «todas las identidades son válidas y que los derechos o son universales o son privilegios», expresa Aventín, quien avisa de que seguirán con toda esta argumentación jurídica para que las familias soliciten las rectificaciones «sin límites de edad, sin diagnóstico y sin informes de tratamiento».