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Herminia Cabrera Cabrera, delante de las antiguas casas consistoriales de Tuineje. Javier Melián / Acfi Press

Herminia se jubila: primera diputada y secretaria municipal

Ayuntamiento ·

Durante 34 años de vida laboral, también se dedicó a rescatar la figura de Manuel Velázquez Cabrera, el vecino más ilustre de Tiscamanita

Catalina García

Tiscamanita

Sábado, 22 de abril 2023

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«Es que he sido secretaria de todo» comenta entre risas Herminia Cabrera Cabrera con un pie puesto en su jubilación. Nada más certero porque, después de 34 años de trabajo, este puesto es el que más ha desempeñado: secretaria segunda del Parlamento provisional de Canarias y primera diputada por Fuerteventura entre diciembre de 1982 y abril de 1983; secretaria del Ayuntamiento de Tuineje durante cuatro años; secretaria de la asociación de vecinos El Tabaibe de su pueblo Tiscamanita; secretaria del Tiscamanita Club de Fútbol y hasta secretaria del Rosario Club de Lucha unos tres años.

Tenía 25 años cuando accedió al cargo de diputada por Unión del Pueblo Canario, junto con dos mujeres más: María José Docal Serrano por Lanzarote y María Isabel García Bolta por Gran Canaria. La primera diputada electa, María Dolores Pellicer Díaz, y única mujer del ya Parlamento definitivo de Canarias salió de las urnas en 1983. «En realidad, apenas hemos pasado unas 120 mujeres por la Cámara regional, muy pocas aún».

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De la época en el Parlamento provisional, preguntó por la plaga de ardillas que ya asolaba la escasa vegetación de la Maxorata y su posible erradicación; y por el problema del agua, que 41 años más tarde sigue sin solución en Fuerteventura. «Aprobamos el régimen de funcionamiento de la Cámara, la Ley del Agua. Tengo muy buenos recuerdos de esos meses y muy buenos amigos. Eramos como una familia, por eso me duele ver cómo ahora se tiran los trastos a la cabeza».

Diez alcaldes y alcaldesas

Con Herminia Cabrera Cabrera, y también no por elección sino por el porcentaje de votos del referéndum de octubre de 1982, se sentaban en el Parlamento regional seis majoreros más: Sebastián Hormiga, Domingo González Arroyo, Matías González, Eugenio Cabrera Montelongo, Pedro Cabrera y Juan Alfonso Pérez. «Era la más joven, por eso formé parte de la mesa de edad para la constitución de la Cámara provisional».

En su trabajo al frente del Ayuntamiento de Tuineje, entró como auxiliar en la oficina técnica y realizó distintas funciones, entre ellas de secretaria municipal durante cuatro años y en el área de Patrimonio Interior y Planeamiento. Empezó en las casas consistoriales antiguas, en la plaza de la iglesia; y desde el 2000, en el actual edificio.

Durante sus 34 años de funcionaria, Herminia ha conocido a diez alcaldes y alcaldesas de Tuineje y vivido tres mociones de censura: tres en el Ayuntamiento viejo (Francisco de León, Rita Díaz y Juan Alonso); y ocho en las actuales casas consistoriales (Gonzalo Báez, Juan Alonso, Rita Díaz, Salvador Delgado, Sergio Lloret, Candi Umpiérrez y Esther Hernández). Los nombra a todos de corrido y a algunos hasta por el tiempo que ostentaron el baston de mando municipal.

¿Y el nuevo municipio Toto-Tiscamanita para cuándo?

De todos estos años, la anécdota con la que aún se ríe -y con ganas- es la de la broma de la fundación de un nuevo ayuntamiento nacido de la unión de Tiscamanita, su pueblo natal, y Toto, el de Ignacio Perdomo, exalcalde de Pájara y natural de esta localidad. «Siempre estábamos en plan guasa con que Tiscamanita se iba a escindir de Tuineje y Toto de Pájara, desviando la carretera y todo. Un día me encontré con él en el registro del ayuntamiento viejo, que era pequeñito, y nos pusimos a bromear a una vez más. Le dije que ya había hablado con Ildefonso Chacón, entonces consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, para desviar la carretera y que mi hermano iba a ser el policía local del nuevo municipio, Ignacio el alcalde. Pues se corrió la voz y al día siguiente llamó el propio Chacón al alcalde, diciendo que con eso no se podía bromear».

Hoy en día, todavía ve a Ignacio Perdomo y se preguntan para cuándo cambian el municipio y se fusionan Toto y Tiscamanita.

«Puerta de los vecinos»

Entre una casa consistorial y otra, la mayor diferencia residió en el trato. «Antes, el Ayuntamiento era casi como el padre o la madre de los vecinos. El Cabildo estaba más lejos y al Consistorio se iba a protestar, a que te ayudaran. El Ayuntamiento era la puerta de los vecinos».

Javier Melián / Acfi Press

Cuando las casas consistoriales miraban de frente a la iglesia de Tuineje, los vecinos eran «más educados, hoy en día algunos de ellos tratan de forma despótica, aunque no me he permitido que me insulten. También es verdad es que antes la burocracia era menor y la mayoría de los trámites se hacían a los ciudadanos con rapidez. Un papel simple lo dábamos en una semana. No tiene nada que ver con ahora. Hasta el 99, podíamos responder con rapidez y ahora tenemos todo tipo de leyes que están muy bien pero que han quitado agilidad a los ayuntamientos a la hora de responder a los vecinos. La gente se queja con razón de que se tarda dos años en conceder una licencia de obra, cuando ya tienen concedido el préstamo para levantar su casa».

Al rescate de la figura y la obra de Manuel Velázquez

Metida en política -com a Herminia le gusta decir- desde los quince años, en concreto en Asamblea Majorera, «desde que se creó como cofundadora hasta el congreso en la sociedad Tamasite, en Gran Tarajal, de 1987, donde nos echaron». En esa época de militancia no desempeñó ningún cargo de secretaria, pero sí editó con Miguel Pizarro y el profesor Julio Muñiz en el local de AM en Gran Tarajal tres revistas para el partido.

Sí fue secretaria y presidenta de la asociación de vecinos El Tabaibe de su pueblo, Tiscamanita, que se fundó en 1979. En aquel momento, recuerda Herminia Cabrera Cabrera el pueblo no tenía luz, agua, ni calles asfaltadas, ni aceras. «El teléfono sólo estaba en dos casas particulares, aunque uno de ellos era de uso público. La asociación de vecinos funcionó entonce como pilar fundacmental para que el pueblo funcionara y empezara a tener servicios».

Pocos años años más tarde, en 1983, y por iniciativa del Tiscamanita Club de Fútbol, en concreto de su entrenador Tono Mesa, se empezaron a organizar los memoriales Manuel Velázquez Cabrera (Tiscamanita, 1863-Madrid, 1916), para rescatar la figura del vecino más famoso y diputado. «Nadie hablaba de la importancia y de su papel en el Plebiscito y en la Ley de Cabildos».

El primer año, el memorial consistió en un partido de fútbol triangular y en un concurso de redacción escolar sobre Velázquez Cabrera. «Pero no participó nadie, y eso que fui por todos los colegios de la isla. Tampoco era de extrañar: nadie conocía en Fuerteventura al padre majorero de los cabildos».

En la segunda edición, ya consiguieron la implicacion del Cabildo con charlas sobre el legado del vecino ilustre y con el acto institucional que aún hoy se repite cada año.

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