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CATALINA GARCÍA
Martes, 29 de septiembre 2020, 01:00
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Los tres amigos recorrieron los 102.5 kilómetros de la costa de barlovento en seis días. Habían colocado agua en algunos lugares donde no había núcleos poblacionales.
Durante tres minutos, y con la música de Phil Collins de fondo, desfilan charcos, cuevas, riscos, dunas fósiles y dunas vivas, jurados, jable y playas, muchas playas, en el vídeo que muestra la costa de barlovento, de El Cotillo a Cofete. De un tirón, durante seis días, Jose Assina, Jony Travels y Seth Abea recorrieron y grabaron 102.5 kilómetros de la Fuerteventura más desconocida y salvaje. El primero de los tres vídeos está arrasando en las redes sociales.
«Las ganas de grabar y ver podían más que el cansancio», resume Assina (Las Palmas de Gran Canaria, 1989), artista, instagramer y licenciado en Bellas Artes por la rama de Fotografía y Diseño. Los tres amigos siempre quisieron caminar la costa de barlovento y decidieron hacerlo juntos, cada uno grabando sus imágenes con el fin de luego editar tres vídeos: el primero, de Jose, que tiene largo recorrido y likes en las redes; el segundo, de Jony (Boston, Reino Unido, 1994), ve la luz hoy, martes; y el tercero lo terminará Seth (Las Palmas de Gran Canaria, 1987) la próxima semana. En seguidores, y hasta ahora, Jose tiene casi 10.000; Jony, unos 5.000; y Seth, sobre 4.100.
Como la costa oeste de Fuerteventura se extiende sobre kilómetros y kilómetros sin núcleos poblacionales, los caminantes se prepararon para la caminata de seis días dejando agua y cereales en algunos tramos. Aún así, las previsiones fallaron y se vieron sin una gota en el tramo Playa del Valle-Ajuy, sin embargo alguien les proporcionó agua.
También tuvieron más ayudas: en Los Molinos, les dejaron un techo para dormir y poder hacer un paréntesis en sus noches a la intemperie. Lo mismo les ocurrió en Ajuy.
La colaboración altruista también les llevó en forma de comida. En Jarugo, les agasajaron con un picnic sabroso y «super bonito». En La Pared, les invitaron a paella.
Ni una cueva más bonita, ni un charco con más matices, ni una playa más larga: «no hay ni un solo lugar de la costa oeste que no diga que no es bonita», se muestra tajante Assina. De hecho, el cansancio pronto apareció después de horas y horas caminando al sol, «pero las ganas de grabar podía más que el cansancio y nos levantábamos cada día a ver qué había en el siguiente sitio».
Por eso, tampoco recomienda un lugar más que otro. Eso sí, avisa de que no es un recorrido para todos. «No se lo recomienda a cualquiera porque a veces íbamos por caminos de cabras, en otros sitios necesitamos cuerdas para subir o teníamos que esperar a que bajara la marea para pasar. No, no es un caminito de Santiago».
Cofete, la meta, fue el final de un reto «mental y creativo».
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