El Cabildo reactiva el laboratorio lácteo para control sanitario del queso majorero
Las muestras deben entregarse en la granja experimental de Pozo Negro con periodicidad mensual a partir del 16 de febrero por las mañanas
canarias7
Puerto del Rosario
Lunes, 14 de febrero 2022, 12:51
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo ha reactivado el laboratorio lácteo para realizar los controles microbiológicos del queso majorero. Este servicio gratuito de analíticas se pone al alcance de productores y productoras, garantizando no sólo el cumplimiento de la legislación vigente en esta materia, sino también el ahorro del coste que suponen estas analíticas, que son necesarias para poder comercializar el producto.
Las muestras deberán ser entregadas en el laboratorio agroalimentario de Fuerteventura, situado en la granja experimental de Pozo Negro, con periodicidad mensual el primer o tercer miércoles del mes, comenzando a partir del miércoles 16 de febrero. Deben pesar aproximadamente 250 gramos y tener un envase adecuado (bolsa de plástico de congelación o similar).
El horario de recepción de muestras es de 8.30 a 14.00 horas. Para mayor información y coordinar la entrega de las muestras, las personas interesadas pueden contactar al teléfono 928-878066. Los productores y las productoras deben aportar nombre y apellidos, DNI o NIF, dirección, teléfono, correo electrónico y datos relativos a la muestra como la fecha de elaboración, lote o materia prima.
Para el consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, David de Vera, resulta «fundamental» apoyar la comercialización de un producto como el queso majorero, de gran arraigo y tradición en la isla. Los elevados costes de producción hacen que los ganaderos y ganaderas encuentren serias dificultades para mantener su actividad.
Entre estos factores que ponen en peligro el sector primario de Fuerteventura, se encuentra el incremento de los costes de la alimentación animal. Tanto David de Vera como los profesionales ganaderos han alertado sobre los precios «desorbitados» del cereal y forrajes como la alfalfa, «que difícilmente pueden ser soportados por los ganaderos y ganaderas, mermando la viabilidad económica y continuidad de sus negocios».