Armando Melián, presidente de Olivafuer, en la finca que gestiona en Meguez, en Casillas del Morales, donde crecen 1.200 olivos.Javier Melián / Acfi Press
¿Aceitunas de Fuerteventura este año? Ni para echarle a la ensalada
Aceite de oliva virgen ·
De unos 350.000 kilos en 2023, los olivareros majoreros pasan este año al primer cero de sus cosechas, confirma Olivafuer. La asociación aglutina a 210 agricultores y solicita al Gobierno de Canarias ayuda para hacer frente a los costes de un año sin recolección. «El olivo pide agua y cuidados igual, dé o no dé aceitunas», defiende Armando Melián
En 2023, los olivareros de Fuerteventura empezaron a coger aceitunas en agosto y no pararon hasta entrado diciembre. En total, la cosecha se cerró excepcionalmente con unos 350.000 kilos, diez veces más que otros años. En 2024, los olivos están limpios de aceitunas. Armando Melián, presidente de Olivafuer, la Asociación de Productores de Aceite de Oliva de Fuerteventura, apunta a la vecería y a la falta de horas de frío que requiere el olivo en invierno para echar flores.
Es jueves de julio por la tarde en la finca Meguez, en Casillas de Morales, en el municipio de Antigua. Armando Melián Hernández enseña las filas de olivos y olivos sin una triste aceituna. En total, son unos 1.200 ejemplares. «Es el primer cero del cultivo de la aceituna, y por tanto de la elaboración del aceite, en Fuerteventura», confirma.
Armando Melián Hernández, presidente de Olivafuer desde hace dos meses, durante años vicepresidente de la asociación de productores.
Javier Melián / Acfi Press
La historia del aceite virgen majorero es relativamente corta, pero ha dado pasos de gigante y de sabor en pocos años, ganando concursos a nivel regional. El Cabildo de Fuerteventura empezó, hace unos 30 años, a vender a bajo coste olivos para su implantación, a lo que los agricultores se sumaron entusiasmados desde casi todos los municipios.
«Ni tantos kilos fueron normales en 2023, cuando las almazaras del Cabildo y de particulares no pararon de trabajar, como tampoco es muy normal que sin cosecha este año 2024, aunque el cambio climático está trastocando todo. Muchos hablan de la vecería, es decir que el árbol que da muchas aceitunas un año, se resiente y al año siguiente no da tanto».
Aguas y cuidados igual, a pesar de cosecha cero
Por lo menos, la falta de aceituna es común en Fuerteventura a Lanzarote y Gran Canaria, asegura Armando Melián, donde tampoco el frío dejó sentir sus rigores sobre el campo. «No hubo flor y, al no haber flor, tampoco lógicamente aceituna».
La cosecha de 2023 arrojó unos 35.000 litros de aceite oliva virgen, a razón de diez kilos de aceituna molturadas para conseguir un litro de aceite. Casi todo está vendido desde hace meses para dar el sabor ligeramente picante, con aromas afrutados, a ensaladas, desayunos, carnes y queso de cabra fresco.
El cambio climático, que dejó sin frío a los olivos durante el ya de por sí testimonial invierno majorero, nada influye sobre los costes de su cultivos. Es decir, como resume Melián Hernández, «el olivo necesita agua y cuidados igual». Por eso, desde Olivafuer se está peleando con el Gobierno de Canarias para que compense los gastos de un año sin cosecha a los productores con registro sanitario y marca comercial. «Al no haber aceite, no vamos a poder recuperar la inversión».
Cosecha de aceite de oliva virgen vendida y a buen precio
En el caso del presidente de Olivafuer, su olivar propio se reparte entre los 400 ejemplares de Tiscamanita, en el municipio de Tuineje, y otros pocos más en el Valle de La Lajita, en el municipio de Pájara. El mayor se localiza en la finca Meguez, en Casillas del Ángel, con 1.200 ejemplares que gestiona desde hace años. «Son olivares de personas que, por edad o por razones laborales, no podían ocuparse de ellos o desconocían cómo comercializar el aceite». Entre propios y alquilados, suman unos 3.500.
Ramas de olivos limpias de aceitunas.
Javier Melián / Acfi Press
En 2023, esos olivos dieron unos 50.000 kilos de aceituna, lo que hace unos 5.000 litros de aceite virgen comercializado bajo la marca Canary Oil. Desde hace dos meses, tiene vendida su producción. «No me queda ni gota de aceite. Se ha vendido muy bien el aceite de oliva virgen majorero. Y, como yo, casi todos nuestros asociados de Olivafuer».
Precios altos del aceite de fuera
La subida de precios del aceite de oliva procedente de Andalucía y otros lugares de la península ibérica también jugó a favor del aceite majorero. «Al haber poca diferencia de dinero entre el aceite de fuera y el de Fuerteventura, la gente se inclinó por el producto local y realmente hemos vendido mucho y bien»
Olivafuer surgió en 2011, en concreto el 9 de junio. Desde entonces, su presidente fue Pepe Santana, uno de los productores pioneros de Fuerteventura, cuyos olivos también crecen en Tiscamanita. En 2018, llegó a 80 socios y 80 hectáreas de olivar. Hace dos meses, ya con 210 asociados, el hasta entonces vicepresidente Armando Melián cogió el relevo, desde luego no en el mejor momento del sector.
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