«No hay que frenar la inmigración, sino competir con ella formándose»

El economista José Miguel González considera que el sistema de protección social desincentiva a los perceptores de una prestación «y los ahuyenta» de buscar trabajo, y afirma que no se debe frenar la inmigración, sino competir con ella «formando a las personas, incluso a las que no quieren».

José Miguel González, que ha sido director general de Trabajo del Gobierno de Canarias y director del gabinete técnico de CCOO en Canarias, ha realizado estas consideraciones durante una comparecencia ante la comisión parlamentaria sobre reto demográfico y equilibrio poblacional en el archipiélago.

González, que actualmente es director de Consultoría de Corporación 5, ha subrayado que Canarias es la segunda comunidad autónoma del país en cuanto a densidad de población, pero la última en cuanto a PIB per cápita, lo que da una idea clara de su vulnerabilidad y dependencia.

Cuando Canarias era región objetivo 1 de la UE este indicador estaba prácticamente a la par con el resto del Estado pero, ha continuado José Miguel González, con el estatuto de adhesión como región ultraperiférica y la llegada a las islas de un flujo de población importante el PIB per cápita comenzó a descender.

Este indicador retrocedió hasta valores de la década de los 70 del siglo pasado en 2020 ante la abrupta caída del PIB, por los efectos de la pandemia y la continuidad en el flujo migratorio hacia Canarias.

A día de hoy está cubierta la tasa prepandémica de empleo pero no el PIB, que está al 93 por ciento «y eso significa que somos menos productivos», ha señalado González, quien no obstante ha recordado que en 2007 Canarias tuvo una tasa de paro del 9,7 por ciento, es decir, «se puede» lograr casi el pleno empleo en las islas.

La paradoja que hay que resolver es por qué en Canarias hay puestos de trabajo sin ocupar y a la vez una cifra de paro de dos dígitos, y esta resistencia a disminuir la tasa de desempleo se debe justamente a que hay un incremento de la población activa por la inmigración.

Sin embargo, no hay que frenar la inmigración sino competir con ella pero, ha añadido el economista, el propio sistema «te hace inhibirte» al hacer incompatible la protección social con un puesto de trabajo, lo que hace que el beneficiario no acuda a un empleo «por miedo a perder esa red».

«Lo que ocurre es que el sistema de gestión ahuyenta a las personas porque para llegar a la prestación se tarda mucho tiempo y salir de este sistema por un trabajo te coloca el contador a cero», ha indicado José Miguel González, quien ha propuesto legislar para que se permita compatibilizar un salario con la prestación.

Pero también hay que formar a las personas, incluso a las que no quieren, porque la formación es el camino a la empleabilidad.

Al respecto, también ha propuesto que se «diseminen» los departamentos de las dos universidades públicas canarias para que diversifiquen la formación de acuerdo al modelo de desarrollo que se quiere para cada isla.

Y luego en Canarias hay un problema de condiciones laborales pero para eso existe la negociación colectiva y la lucha contra la economía sumergida desde dos perspectivas: la sanción y la incentivación al afloramiento, ha proseguido González.

También ha propuesto que se introduzcan exenciones a la Seguridad Social con bonificaciones de hasta el 50 por ciento en los contratos que se formalicen en Canarias de hasta dos años, algo que costaría «mucho dinero», unos 2.000 millones de euros, ha admitido González, quien ha insistido en que «no se trata de impedir la llegada de personas foráneas a las islas, sino de competir».

Y en Canarias hay «vitalidad demográfica», es decir, sigue teniendo «buena prensa» y por ello cuenta con un aporte de población inmigrante, «todo lo contrario a lo que se denomina España vaciada», ha concluido el economista.

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