

Secciones
Servicios
Destacamos
Rosa Rodríguez y Santa Cruz de Tenerife
Viernes, 17 de noviembre 2017, 07:19
La mejor manera de entender el pasado de Canarias y su relación con África es abordándolo desde distintas disciplinas» y eso, explica Irma Mora, subdirectora de la Cátedra de Estudios Bereberes de la Universidad de La Laguna (ULL), es lo que se ha pretendido con las II Jornadas de Estudios Bereberes que esta semana se han celebrado en Sala de Audiovisuales de Filología, en el campus de Guajara. Expertos en epigrafía, en religiones, filólogos, bioantropólogos, historiadores, arqueólogos o matemáticos han dado a conocer los resultados de sus últimas investigaciones, que acercan aún más el origen de los indígenas canarios a la cultura bereber.
Los prejuicios y el desconocimiento de estos pueblos siempre han llevado a otras búsquedas, pero «cada vez está más confirmado que los antiguos canarios eran de poblaciones bereberes», asegura Mora. «Nuevos investigadores están haciendo planteamientos diferentes que lo afianzan», indica al tiempo que alude, por ejemplo, a la filiación bereber de la población bimbape (bimbache) a la que han llegado las historiadoras y bioantropólogas Alejandra Calderón y Matilde Arnay.
También se presentó el descubrimientos de nuevas inscripciones líbico-bereberes en la zona arqueológica del Roque de Jama-La Centinela, en Tenerife, y se habló del comportamiento de las escrituras libico-bereber y libico-canarias en Lanzarote y Fuerteventura, así como de su origen.
En las jornadas se ha visto que hasta la arqueología ha tenido que revisar teorías sobre algunos yacimientos, como el de Guargacho, un lugar ceremonia que en realidad es como un yacimiento de tipo doméstico, relató en su charla Juan Francisco Navarro, pero también las recogidas en las fuentes documentales, como los textos relativos a la momificación aborigen, erróneos por cuanto que se inspiraban en la tradición egipcia.
Al final, dice Mora, la conclusión a la que se llega es que, desde la escritura hasta el ADN, los indígenas canarios eran bereberes.
La filóloga Renata Springer es una de las mayores expertas en el patrimonio epigráfico amazigh de Canarias. Ella y la historiadora y arqueóloga Irma Mora, descubrieron tres nuevos paneles (uno de ellos a la izq.) con inscripciones líbico-bereberes en la zona arqueológica del Roque de Jama-La Centinela, entre Arona y San Miguel de Abona, donde se localizó el hasta ahora único panel de estas características en Tenerife. En 2016, las dos investigadoras se concentraron en este territorio en el desarrollo del proyecto de Inventario de inscripciones líbico-bereberes en el ámbito rupestre canario, porque sospechaban que pudiera haber más inscripciones en esa zona, y así fue. En todas las islas hay inscripciones líbico-bereberes y «eso demuestra que los antiguos canarios conocían esta escritura», dice Irma Mora.
El guanche es la lengua bereber de Canarias y los guanchismos son las palabras de origen bereber que hay en el español de Canarias, pues bien, la correcta lectura de los guanchismo en fuentes etnohistóricas viene a suponer «el primer problema de la lingüística guanche», asegura Jonay Acosta. El estudiante de filología y miembro de la Cátedra de Estudios Bereberes lleva años estudiando como en el guanche se da un fenómeno común de debilitamiento de algunas consonantes presentes en los dialectos bereberes más septentrionales de la franja mediterránea y del Anti Atlas. Esto abre una nueva línea de investigación que choca con los planteamientos que vinculaban el bereber de Canarias al Tuareg, porque, al mostrar las mismas tendencias, se acerca más a los dialectos del norte de África.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.