«En Iberia todos somos uno y lo que marca la diferencia es la capacidad del equipo»

Marco Sansavini. A veces se habla del propósito como si fuera algo abstracto, pero capturarlo ha sido clave para la transformación de Iberia en la última década.

María Bello. Nuestro propósito es generar desde España prosperidad conectando personas con el mundo. Que esté escrito ayuda a comunicarlo, a ejemplarizarlo y a que los empleados conecten con él y digan: «Yo vengo a trabajar por esto».

M.S. En él hay tres elementos clave: España, el país al que representamos; prosperidad económica y social, con la aportación de casi diez mil millones del PIB y 160.000 puestos de trabajo; y conectividad para crear relaciones profesionales y personales en todo el mundo. En el caso de Iberia, su propósito es, en realidad, un motor de motivación para nuestros empleados, pero también para todos los que se benefician de nuestra actividad: accionistas, clientes y la sociedad en su conjunto.

M.B. Y además es un faro que nos permite llevar la estrategia corporativa de la compañía a buen término.

M.S. Un elemento clave para que el propósito cobre relevancia es el liderazgo. En Iberia estamos convencidos de que somos uno y de que lo que marca la diferencia es la capacidad del equipo y no las ideas de un líder iluminado que traza el futuro y al que todo el mundo sigue.

M.B. Nuestro estilo de liderazgo está claro: respetamos el estilo de cada persona, pero hay una línea común, que es que las cien personas que conforman el equipo directivo de esta casa deben dar ejemplo y ser capaces de contar a todo el equipo por qué y para qué hacemos las cosas cada día. Y eso también es fundamental para atraer y fidelizar el talento.

M.S. Iberia no es un autobús al que te subes, haces dos o tres paradas, bajas y a otra cosa. Hay que atraer a personas que se crean el proyecto y quieran subir al autobús y hacer todo el recorrido hasta cumplir con el propósito.

M.B. Trabajar en Iberia ya es un reclamo en los procesos de selección. Pero los valores y la forma de trabajar, contando con la gente, marcan diferencia de esta casa frente a otras. Eso fomenta un orgullo de pertenencia y el compromiso de los empleados, que aquí tienen claro para qué trabajan y saben que están en una empresa que cuida de las personas de una manera real, no como un eslogan, y que se preocupa de la sostenibilidad social y medioambiental.

M.S. En Iberia tenemos muchísimas personas que han dedicado toda su vida laboral a la compañía. Ese sentido de pertenencia es uno de nuestros valores fundamentales y debemos preservarlo de cara al futuro.

M.B. Nuestra historia de transformación desde 2012 nos está ayudando mucho a atraer talento. En esencia, Iberia es la misma, pero hoy hacemos las cosas de manera diferente y eso nos permite llegar a otros públicos.

M.S. Hemos vivido una fase de recuperación fuerte donde encontrar talento no ha sido difícil. Pero el reto principal en esta fase no ha sido tanto atraerlo, sino acertar en la selección para que ese talento siga en la casa, se desarrolle y empuje todos los valores que queremos.

M.B. A día de hoy no estamos viendo que no haya talento o que no seamos capaces de atraerlo. Lo que es complicado es elegir gente que sume al proyecto, que se lo crea, que conecte con los equipos… Eso es muchísimo más importante que una capacidad técnica aislada.

M.S. Para eso, el primer paso es comunicar con el ejemplo. Si tenemos un propósito y unos valores claros, la manera más eficaz de visualizar todo eso es comunicarlo con claridad y actuar conforme a ellos cada día.

M.B. Se trata de ser coherente entre lo que dices y lo que haces, y hacerlo en época de vacas gordas y también de vacas flacas.

M.S. Nuestra experiencia nos dice que actuar según el propósito y sus valores es fundamental para que la compañía funcione. Y cuanto más fiel seas a él, más relevante será el propósito.

M.B. Y también es vital que el propósito sea fácil. Cuanto más sencillo sea y más conectado esté con tu día a día, más fácil va a ser desarrollarlo y que lo entienda todo el mundo.

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