Los dueños de las chozas de Lobos deben acreditar 30 años de posesión

Por insuficiente, el Cabildo de Fuerteventura ha desestimado la incoación del expediente de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Sitio Etnográfico, para el poblado de chozas de la isla de Lobos. La asociación cultural, protectora y de investigación de este conjunto de unas 60 viviendas deberá ahora volver a presentar su solicitud de protección con una serie de correcciones, entre ellas la de acreditación de cada uno de los propietarios de las chozas sobre la posesión «ininterrumpida» durante 30 años.

La primera institución majorera alude también a que es correcta la relación de chozas con sus responsables, donde se indica la situación y las medidas de cada una de ellas, aunque echa en falta como afectada a la Administración General del Estado, que fue el organismo que aceptó la donación de la isla por parte de Geafond, anterior dueña.

Lejos de amedrentarse ante este rechazo inicial de la Corporación Insular a su expediente, el colectivo de propietarios de las chozas de Lobos se ha puesto manos a la obra para subsanar las correcciones, echando mano de cuatro técnicos, entre ellos un arquitecto y un abogado.

Ante el Ayuntamiento de La Oliva y el Cabildo Insular, el colectivo planteó hace unos meses la catalogación como BIC de las chozas de Lobos como «posible solución a la situación anómala y antihistórica a la que se ha llegado» en la isla y proponía incluir en sus límites todo El Puertito y todas las construcciones existentes en la isla, que ascienden a unas 60. En aras de justificar esta propuesta de protección la asociación alude a una serie de documentos, mapas y vídeos que probarían la antigüedad del poblado de Lobos, entre los que destaca el mapa aéreo de 1984 donde ya figura El Puertito «y que demuestra la actual constitución del poblado, manteniéndose el mismo número de construcciones, sin que haya habido modificaciones salvo dos construidas a principios de este siglo sobre sendas chozas antiguas derruidas». Otros de los justificantes son los recibos de los pagos de impuestos de una de las chozas que datan de 1985 y los permisos y licencias de explotación del restaurante Antoñito El Farero, que data de los años 40.

Prohibición de pernoctar desde el PRUG de 2006

La demanda del colectivo de propietarios de las chozas choca de frente con el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de Lobos que establece bien claro que se prohibe pernoctar en la isla.

Esta prohibición de pernoctar se acompaña de otras más en el PRUG de 2006: no está permitida «la construcción de nuevas viviendas, incluso a partir de edificaciones existentes», como puede leerse en el apartado 18 del capítulo de usos y actividades prohibidas, y mucho menos la acampada.

A la polémica de las chozas, se ha unido en los últimos meses la de la cupo diario de visitantes a la isla.

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