Leopoldo Fernández, defensor de una Canarias alejada del pleito insular
Lo primero, «una sorpresa», luego, «una satisfacción y un gran honor». Eso fue para Leopoldo Fernández Cabeza de Vaca (Villavicencio 1942) lo que le produjo conocer que le habían otorgado el Premio Canarias de Comunicación de esta edición. También reconoce que se siente «abrumado» por tantas llamadas y mensajes de felicitación que ha recibido desde que se conoció que era uno de los galardonados este año por el Gobierno de Canarias. Haber estado al frente del Diario de Avisos durante 31 años (entre 1976 y 2007) lo convirtió en el decano de los directores de prensa de España y, en Canarias, en todo un referente y maestro de periodistas, aunque a él no le gusta que lo coloquen como modelo de nada. «Cierto protagonismo social es inevitable cuando ejerces esta profesión», admite, pero «no me gusta el periodismo de estrellas, el estrellato; el periodismo -proclama- es un medio y un cauce, nada más». Con ese lema ha trabajado toda su vida, desde que empezó, «allá por 1970, en Europa Press». Diez años trabajando en una agencia de noticias «marca carácter» porque «la labor que haces es anónima». Se resiste a admitir que le han dado el Premio Canarias de Comunicación por su trayectoria personal y desvía el galardón hacia su «contribución a la difusión de la singularidad de Canarias y a la unión de Canarias, de las siete islas», dice. Si presume de algo es de haber hecho equipo y de haber trabajado precisamente por la unión de toda Canarias, alejando el periódico que dirigió durante tres décadas de sesgos insularistas, pleitistas o del predominio de una isla frente a otra. La filosofía empresarial de Diario de Avisos mientras el fue director pasaba por «la defensa del campo» (el 90% del accionariado lo componían productores plataneros) y «la defensa de Canarias como un todo y la defensa de esta provincia [Santa Cruz de Tenerife], pero no contra los intereses de Las Palmas». Sólo recuerda un episodio en el que contribuyó al pleito insular y fue cuando Diario de Avisos se posicionó en contra de que hubiera una universidad en Las Palmas de Gran Canaria. «Nos equivocamos todos defendiendo una posición cerrada y cerril; faltó generosidad y justicia para entender que sí era necesaria una universidad en Las Palmas de Gran Canaria». Cree que la crisis es una oportunidad para que los periódicos se regionalicen, aunque es realista y consciente de que «el hecho insular marca tanto que la realidad es la que es y ningún proyecto de prensa regional ha prosperado», lamenta.