Las moscas invaden Juan Grande
Una plaga de moscas aún de origen desconocido, aunque todo apunta a que proceden del cercano vertedero, ha puesto en pie de guerra a los vecinos de Juan Grande, quienes exigen la intervención de las autoridades sanitarias. Técnicos de San Bartolomé de Tirajana visitaron este jueves la zona y este viernes vuelven en busca del foco.
Juan Grande lleva soportando una invasión de moscas desde hace poco más de una semana. Los molestos insectos, que están por todos lados y ya están provocando perjuicios económicos en el comercio local, incrementaron su presencia tras las últimas lluvias, indica la presidenta de la asociación de vecinos Amurga- Juan Grande, Dolores Artiles, quien denuncia insistentemente en que esto no es un hecho aislado sino consecuencia de un cúmulo de factores, entre los que destaca el tratamiento y la gestión de la basura en el vertedero, la falta de limpieza de los contenedores de residuos y los vertidos clandestinos de algunos transportistas. Los vecinos, que llevan tiempo pidiendo al Cabildo de Gran Canaria conocer las «excelencias», del vertedero de Juan Grande y hasta ahora no han logrado que les permitan visitarlo, afirman que el foco de la plaga «hay que buscarlo dentro de ese recinto, donde tenemos constancias por usuarios, que los problemas se han multiplicado en las últimas semanas, con colas de doce horas para los transportistas y falta de personal», afirman. Indignados porque se sienten abandonados y maltratados por las administraciones, «ya que ahora son las moscas y cuando sopla el viento es la tierra que se nos mete en las viviendas y no nos deja respirar», los vecinos piden que haya una inmediata intervención de las autoridades sanitarias. La problemática reúne la gravedad suficiente para que la actuación de Salud Pública no se demore. El ejemplo más evidente se encuentra paradójicamente en el Consultorio Local del Servicio Canario de Salud, donde tienen que tener la puerta cerrada para que las moscas no invadan la consulta médica. La otra cara desagradable de la invasión de las moscas se halla en el supermercado Spar. Su responsable Tomás Zurita, expresa que están desesperados, porque todas las medidas de higiene puestas en práctica y que cumplen con la normativa, como las lámparas insectocrustoras están resultando insuficientes para atajar la plaga. «Tenemos que limpiarlas y cambiar la plancha adhesiva dos o tres veces al día cuando lo normal suele ser una vez al mes». Ayer se llenó de insectos en dos horas. «Esto nos está causando problemas económicos porque los clientes si ven la puerta cerrada no entran», apunta junto a otros vecinos.
