Munir, en el momento más justo y necesario
Fútbol ·
Su gol redentor en Tudela le refuerza en pleno debate sobre si le conviene a la UD otro delantero en el mercado invernalUn zurdazo que iba a las manos del portero, a media altura y centrado, pero que acabó dentro. Y con el premio doble que implicó la victoria y clasificación de la UD a la siguiente ronda de la Copa del Rey tras conquistar sobre la bocina Tudela. Ya con el cronómetro agotado tras prórroga y la amenaza de los caprichos que implica cualquier tanda de penaltis, una contra en la que Moleiro metió la quinta desembocó en bingo.
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Así se reivindicó Munir El Haddadi, acaso el futbolista de la UD más necesitado de una actuación relevante como así la tuvo. Munir se había incorporado al partido en la recta final, luego de partir como suplente con el cupo de habituales que García Pimienta quería preservar, y terminó siendo diferencial. La suerte que tuvo con su remate que se coló también se la ganó acompañando en la carrera a Moleiro, intuyendo, quizás, que se cocinaba la acción del partido como así fue. Aire fresco y buenas críticas son el efecto derivado de este tanto y que refuerzan a un futbolista bajo sospecha por su rendimiento hasta la fecha.
Pese a disfrutar de la confianza incondicional del entrenador, titular indiscutible en el campeonato regular y utilizado en todas las jornadas, sus parámetros no terminan de cuadrar con el perfil que le trajo al Gran Canaria como delantero de pedigrí y extenso palmarés luego de su paso por Barcelona o Sevilla, entre otros escudos. «Espero marcar doce o trece goles», expuso en su presentación y asumiendo el reto de las expectativas altas.
Ese deseo en voz alta ha terminado por ponerle en la diana porque además de estar muy lejos de alcanzarlo (lleva dos contando con el del Tudelano), sus actuaciones han generado murmullos en la afición. Un amplio sector del respetable cuestiona que Pimienta le haya mantenido en el once invariablemente pese a que han sido mayoría los partidos en los que ha pasado de puntillas, malogrando en algunos inmejorables situaciones ofensivas.
El culmen a este descontento llegó cuando recibió pitos en la visita del Rayo Vallecano, optando Munir por retirarse de manera acelerada del campo cuando ordenaron su cambio. En el colmo de los males, ese día falló un penalti en la derrota por la mínima (0-1), lo que acentuó la música de fondo en su contra.
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Defensa a ultranza
«Munir es un jugador más que experimentado. No está pasando por un buen momento. Tiene virtudes, pero no ha estado acertado con el penalti. Llevamos diez jornadas, no ha marcado y encima falla un penalti después de prometer 12 o 13 goles en su presentación», dijo Pimienta aquella jornada sobre él en una defensa que ha mantenido inalterable. Días atrás, a propósito de su pobre bagaje realizador, reducido a su gol en la visita al Almería, el preparador catalán redobló su blindaje: «No ha tenido tantas ocasiones».
Lo cierto es que Munir se ha mantenido a flote y al fin le ha asomado la sonrisa. A finales de octubre fue el encargado de abrir la lata en la victoria ante el Almería (1-2), pero la foto se la llevó Sory Kaba al poner el cuño en el segundo gol. Ahora sí le corresponden los honores de haber dado el pase a la UD y con la esperanza de que, al fin, se abra el grifo. Porque a Munir se le trajo para esto, por mucho que en los partidos parta como interior derecho. Y con el debate abierto de si se precisa un refuerzo en la delantera con la llegada del mercado invernal, el don del oportunismo alumbra más que nunca la figura del atacante madrileño.
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