Solo 10 casos de contaminación en 3 años

La playa de Las Alcaravaneras y la zona de La Puntilla, en Las Canteras, se reinstalan en la normalidad una vez superado los dos episodios de contaminación fecal que las tuvieron cerradas durante tres días, en el primero de los casos, y solo veinticuatro horas, en el segundo. Lo habitual es que la salud de las radas capitalinas sea más que buena, pero en ocasiones hay proliferaciones puntuales de bacterias fecales que no terminan de ser explicadas o justificadas.

Si el mar es el gran desconocido de nuestro planeta, el litoral es el medio menos entendido de las geografías urbanas. Eso hace que seis años después, todavía no se tenga claro el origen de la contaminación que mantiene cerrada al baño la última playa virgen desde 2017.

Tras múltiples análisis e investigaciones de todo tipo, se ha llegado a la convicción de que el problema está en la antigüedad de la red de saneamiento de Las Coloradas. De hecho, tras varios años de anuncios, en noviembre de 2022, se adjudicó la obra a Canaragua por 258.138 euros, pero por el momento no ha comenzado.

Las autoridades municipales confían en que una vez ejecutada esta obra, se acabe con el problema de contaminación que tiene El Confital, si bien este convencimiento trasciende a duras penas la condición de conjetura.

Algo parecido ha ocurrido en el episodio de estos días. En el caso de La Puntilla sigue sin saberse cuál fue el origen de la concentración fecal que alteró los parámetros sanitarios normales del agua, ya que Emalsa insiste en que no se ha detectado fuga alguna de la red de saneamiento entre las calles Prudencio Morales y Tenerife; y en el de Las Alcaravaneras, se alegó que tampoco había problemas de vertidos de aguas residuales, si bien en la madrugada del jueves al viernes se actuó en una arqueta que aparece como sospechosa.

Fuentes de la compañía mixta de aguas indicaron que durante tres horas, un camión succionador sustrajo la arena que invadió la infraestructura y se aprovechó para limpiar la red en este punto, que está cerca de donde se encuentran las casetas del piragüismo. La actuación se produjo una vez que los niveles de enterococos habían descendido hasta parámetros que devolvían la calidad del agua a niveles de excelencia.

Esta misma falta de certeza es la que rodea a los episodios de contaminación que se producen en las playas capitalinas. De acuerdo a los datos que publica el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, y dejando a un lado la situación excepcional que se vive en El Confital, en los últimos tres años se han registrado diez situaciones en los que las zonas de baño se han visto afectadas por una concentración anormal de bacterias fecales.

De ellas, la zona con más repuntes infecciosos es La Puntilla, con cinco casos. Se trata de uno más que Las Alcaravaneras, que ha contabilizado cuatro episodios. En el resto de Las Canteras se tiene constancia de otros dos fenómenos (uno a la altura del hotel Cristina y otro en el arco central), pero ambos en coincidencia con los de La Puntilla, por lo que se interpretan como uno solo; y en La Laja solo ha habido un episodio en la zona conocida como piscina grande.

Pese a ello, suelen tratarse de episodios muy puntuales y de corta duración. De hecho, algunos de ellos ni siquiera conlleva el cierre de la zona de baño. En julio se registraron dos casos en La Puntilla que quedaron como meros incidentes porque los contraanálisis no corroboraron los datos de las primeras muestras.

Además suelen estar muy localizados. Por poner algún ejemplo que ilustre esta concentración baste citar el caso de febrero de 2023, cuando el centro de Las Alcaravaneras alcanzó las 340 unidades formadoras de colonia de enterococo por cada 100 mililitros de agua (el cierre se produce a partir de 200). Ese mismo día, sin embargo, las muestras de agua tomadas junto al Club Náutico arrojaban un resultado de 2 UFC/100 ml; y las del muelle deportivo, 27. Hay que tener en cuenta que el adjetivo excelente se aplica con concentraciones de enterococos inferiores a los 100 UFC/100 ml.

Por eso, los informes técnicos sobre la calidad de las aguas de baño, que elabora el Ministerio de Sanidad, suelen puntuar con buenas notas a los arenales de Las Palmas de Gran Canaria. En el último, el del año 2022, la bahía del Confital registró un insuficiente, mientras que obtuvieron la categoría de excelente Las Alcaravaneras, La Laja y todos los puntos de Las Canteras excepto La Puntilla (que obtuvo la calificación de buena).

Los análisis rastrean la presencia de dos tipos de bacteria fecal: los enterococos y la 'Escherichia coli'. La primera ha estado presente en ocho de los quince casos de contaminación constatados, mientras que la segunda ha estado presente en siete.

El verano suele ser la época del año con más casos, 6 en total; también se registran en invierno (3) y primavera (1).

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