El pleno del transfuguismo en Las Palmas de Gran Canaria se queda en nada

La moción de urgencia planteada por el Partido Popular sobre el «transfuguismo» de José Eduardo Ramírez tuvo un capítulo especial en el orden del día del pleno de julio en Las Palmas de Gran Canaria. La moción presentada por el Partido Popular introdujo el debate en la sesión. Sin embargo, la discusión se perdió en un absurdo intercambio de reproches entre el PSOE y el Partido Popular con referencias interminables a la política nacional y sin centrar la conversación en el objeto que afecta a la gobernabilidad de la ciudad.

Con toda la expectación puesta en su encuentro, Ramírez fue madrugador y Quevedo llegó con retraso. El ahora miembro de Primero Canarias ya llevaba un rato en su asiento cuando entró su excompañero de filas en el Salón Dorado de las Casas Consistoriales. Se mantuvo sentado como mandaría un médico, recto, con la espalda bien firme y la mirada dirigida a un punto concreto en el horizonte. Quevedo no hizo ningún esfuerzo por saludarle y no hubo el más mínimo encuentro visual.

Y esta fue la dinámica del pleno. Con esa situación incómoda entre ambos, sin mirarse, sin tocarse pese a estar hombro con hombro en sus lugares en el reparto de asientos, contiguos desde hace una década. Pedro Quevedo dejaba caer su silla hacia atrás para intercambiar impresiones con Gemma Martínez mientras Ramírez hacía la estatua entre ambos.

Como se había avanzado por este periódico, la moción de urgencia de los populares entró en el pleno sin problemas Todas las fuerzas representadas dieron el visto bueno para el debate aunque cada una con sus correspondientes matices.

Lo que pedía el PP en su moción es que es el Ayuntamiento se adhiera a Acuerdo sobre un Código de Conducta Política en relación con el Transfuguismo en las Instituciones Democráticas y que la secretaría general del pleno elaboré un informe que de respuesta jurídica a la situación concreta de José Eduardo Ramírez y si debe ser declarado tránsfuga.

Sin embargo, el PSOE introdujo una enmienda, aprobada por el pleno, en la que eliminaba los puntos que instaba a la secretaria a elaborar un informe porque no hay situación jurídica que lo ampare. Al respecto, Pedro Quevedo aseguró que Nueva Canarias está elaborando un pertinente informe que se hará llegar a la secretaria general para que se tomen medidas.

Mientras PP y PSOE se metían en la arena nacional durante su debate, Alberto Rodríguez, concejal de Vox, enumeraba los tránsfugas que durante este mandato han pasado de su formación al PP como en Telde o Puerto del Rosario con el «señor Rastrero».

La edil de Podemos, Gemma Martínez, mantuvo su posición ya expresada durante la semana refrendando su tesis sobre la inviabilidad de que Ramírez mantenga su acta de concejal. Siendo casi la única portavoz del pleno que se ciñó al debate en cuestión. «El futuro de Las Palmas de Gran Canaria debe pasar por la integridad y el respeto a los votos de la ciudadanía en las urnas. Y eso no se ha respetado con el circo que se ha producido esta semana. Ni es democrático utilizar las instituciones públicas para fomentar partidos de nueva creación», manifestó.

En esta moción el PSOE tuvo a Francisco Hernández Spínola de portavoz. El concejal de Hacienda, figura más próxima entre sus concejales a Carolina Darias, señaló al PP que se pasaba de frenada con su moción. «El PP tiene ansiedad y se precipita. En este proceso van a intervenir muchas cosas. Y de la acción de Nueva Canarias habrá consecuencias, las que resulten de la jurisdicción en vigor. Hechos que no han ocurrido en el plano jurídico y en el institucional todavía. Todo se pondrá a su sitio en su debido tiempo», señaló.

Y es que el tono en esta parte ya estaba viciado desde la primera y agresiva intervención de Jimena Delgado desde el lado del PP: «Es el síntoma de un gobierno en descomposición, que ha tocado fondo. Hemos visto la dimisión del concejal de Cultura. Ahora se consuma un nuevo caso con José Eduardo Ramírez manteniendo el acta. ¿Ramírez le hará caso a usted o a Teodoro Sosa? Ya fue a hacer oposición con los vecinos de Las Torres. El transfuguismo es una lacra que debe perseguirse. Toca demostrarlo y no caer en el uso espúreo de ese acta para mantener la mayoría», dijo a lo que Carolina Darias le contestó aquello de «consejos vendo que para mí no tengo».

Y así se consumó un pleno en el que entre otras cuestiones se aprobaron modificaciones de crédito por valor de 8 millones de euros para poner deudas al día mientras José Eduardo Ramírez, en silencio, seguía la sesión bebiendo Coca Cola de una lata que ponía Pedro en un lateral.

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