Perros y drones para el rastreo
La Unidad Militar de Emergencias (UME) comenzó ayer la búsqueda del cuerpo de Juani Ramos, la mujer que desapareció en Gran Canaria el 30 de agosto de 2016 después de tener una cita con su expareja, Miguel Ramos, que en la actualidad continúa en libertad con cargos como sospechoso de su asesinato.
Como adelantó CANARIAS7 el pasado 13 de mayo y confirmó días después la delegada del Gobierno en las Islas, Mercedes Roldós, la UME se ha hecho cargo de las labores de búsqueda del cuerpo de la desparecida y cuenta desde ayer con la estrecha colaboración de la Brigada Provincial de la Policía Judicial y también la unidad de Homicidios de la Policía Nacional.
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Fue a primera hora cuando un contingente de 70 efectivos se desplazó hasta la costa norte de Gran Canaria para comenzar el peinado de la misma en busca del cuerpo de la mujer de 58 años que permanece desaparecida desde hace nueve meses. Aunque a principios de mes el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria requirió a esta unidad de élite del Ejército para que comenzara los trabajos de rastreo, problemas de permisos han demorado esta tarea.
En concreto, la UME ha desplegado a un total de 70 militares y son ellos los que tienen la capacidad de mando y control de los rastreos. Cuentan con especialistas en rescate vertical, buceadores, equipos cinológicos –perros guía–, bombas de achique y hasta drones para peinar metro a metro la zona que comprende desde el campo de tiro de Punta Camello hasta la costa cercana al acceso al Cenobio del Valerón. Ayer, el dron militar realizó dos vuelos, uno en la cueva del Guincho y otro en el barranco de Moya.
En total, la UME ha movilizado a 19 vehículos en un despliegue que se espera que sea definitivo a la hora de esclarecer este crimen. La UME también cuenta con el apoyo de guías caninos, agentes de la unidad de Subsuelo, la brigada de Homicidios y el Grupo Operativo de Respuesta de la Policía Nacional.
Indicios tras el análisis de la conducta
Los rastreos en la costa de Gran Canaria se llevan a cabo después del informe emitido por parte de la Sección de Análisis de Conducta (SAC), adscrita a la Unidad Central de Inteligencia Criminal de la Comisaría General de Policía Judicial, que el pasado 4 de abril estuvo presente en la toma de declaración de Miguel Ramos en sede judicial. Según esta prueba incluida en la instrucción del caso, hay indicios de que el presunto asesino de Juani Ramos pudiera haber escondido su cuerpo en tierra. Además, la geolocalización de los móviles del sospechoso y la desaparecida se refieren siempre a que estuvieron en la zona costera cercana a Bañaderos, lugar que conocía perfectamente Miguel Ramos ya que practicó la caza y pesca en las inmediaciones.
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