La UME, el batallón de la desinfección
Han actuado en más de medio centenar de infraestructuras en seis de las ocho islas para garantizar la seguridad de los canarios allá donde sean requeridos. La Delegación del Gobierno en Canarias canaliza las peticiones de intervención
La Unidad Militar de Emergencias (UME) deja esta semanas a un lado su inconfundible uniforme militar, visto en primera línea en la lucha con los incendios forestales en las islas, para enfundarse el blanco impoluto de los Equipos de Protección Individual (EPI) con el que libran otra batalla fundamental contra la expansión del coronavirus con una vital labor de desinfección de infraestructuras y espacios. Desde que comenzó esta lucha los componente de la UME han desinfectado más de medio centenar de infraestructuras en seis de las ocho islas, en las que se han dado casos.
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Para ello cuentan con dos tipos de equipos materiales, uno de Nivel-1, que son más convencionales y desinfecta en superficie, y otro de Nivel- 2 provistos de nebulizadores capaces de proporcionar una desinfección más potente. «Esos equipos de Nivel -2 vinieron del Grupo de Intervención en Emergencias de Riesgos Tecnológicos y Medioambientales que está centralizado en la base de Torrejón de Ardoz, en Madrid. El pasado viernes 3 se relevó por otro tras estar dos semanas en uso en las islas», explica Sergio Álvarez Viana, jefe de la UME en Canarias.
El número de equipos y de soldados intervinientes en cada desinfección varía, al igual que el tiempo que destinan para la misma, en función de la superficie de la infraestructura en la que tienen que actuar, en su propia configuración y en sí se han detectado casos positivos de Covid-19 en ellas. «Una de las más difíciles fue una residencia de Tenerife en la que actuamos y en la que habían habido varios positivos. Hubo que ir moviendo a los residentes por las plantas de la residencia a medida que actuábamos y nos llevó toda la mañana», detalla.
El tamaño de la zona o infraestructura a desinfectar también afecta al número de soldados que participan en cada tarea. Normalmente cada equipo de desinfección de Nivel-1 lo forman cinco militares, y suelen actuar varios grupos a la vez. Los de Nivel-2 lo componen una media de tres militares que acuden también en varios equipos. Siempre acompañados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Su labor no solo se ciñe a desinfectar. «Tratamos de dar también una cierta pedagogía a los residentes sobre como evitar los contagios y protegerse. Es una de nuestras funciones, transmitir y mentalizar a todas las personas con la información y consejos para evitar la propagación del Covid-19», subraya.
Están organizados dentro del mando de operaciones dependiente del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), que es quien coordina todos los medios militares en esta emergencia sanitaria. «Todas las misiones que se requieren o necesitan vienen canalizadas a través de las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno. Llegan esas solicitudes, las delegaciones las elevan al mando de operaciones y a los ministerios que correspondan. Ahí es dónde organizan, canalizan y dan las prioridades para asignarnos misiones cada día», sentencia.
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