Vuelve el verde, pero con el riesgo de un gran incendio en el norte

Si hay algo que ha quedado patente diez años después del gran incendio de Gran Canaria de 2007 es la espectacular capacidad de regeneración que tiene el paisaje de la isla.

Francisco José Fajardo y San Bartolomé de Tirajana

Martes, 21 de julio 2020, 15:29

El pinar canario –que fue uno de los más afectados por las llamas– es muy resistente al fuego y ahora se puede decir que el ecosistema está bastante regenerado a pesar de la virulencia de las llamas que lo azotaron durante seis fatídicos días hace una década. Aún quedan unas zonas más afectadas donde se nota el paso de las llamas, pero en general el paisaje está muy recuperado.

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«A veces el fuego es todo destrucción pero en ocasiones ayuda al nacimiento de nuevos ejemplares de pinos», dice a este respecto el ingeniero técnico forestal y analista de incendios Didac Díaz. «Hay unas zonas más afectadas donde aún se nota diez años después, pero en general está todo muy recuperado. Pero este gran incendio no nació en 2007 sino hace 50 años atrás con el abandono rural, el de las actividades tradicionales y la despoblación del campo», sostiene el experto. Inagua, por ejemplo, es una zona muy protegida por ley y «tendría que cambiarse la legislación incluyendo la posibilidad de recoger pinocha, que pasase ganado por determinadas zonas para hacer prevención y así no se acumule tanta vegetación con el riesgo que eso conlleva», detalla.

Acumulación de carga.

En la misma línea, Carlos Domínguez ahonda en una cuestión de vital importancia. Sigue el cambio climático, aumenta la aridez y la acumulación de biomasa «y hay que permanecer en la lucha porque lo que nos asusta es el futuro gran incendio de norte porque en el sur no hay tanta población e interfaz. Me refiero a un incendio que, con un viento del este fuerte entre en Valsequillo, siga a San Mateo, Valleseco, Teror, Moya... Ese es nuestro gran miedo y solo vamos a poder combatirlo si cada uno hace su trabajo de limpiar los 15 metros y se cambia el territorio con zonas donde se hagan quemas prescritas, pastores que lo limpien y contar con un paisaje mosaico. Ahora mismo un gran incendio se reiría de nosotros», advierte.

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