El trámite para contratar el servicio de alzhéimer, un objetivo prioritario
El pleno aprueba por unanimidad una moción de Unidas Podemos sobre la prestación municipal. El PSOE advierte de que la empresa a la que se le paga no es la misma que empleaba al personal
Enésimo capítulo de la operación reforma del centro de día de alzhéimer. Ayer volvió al pleno, y aunque aún sigue sin estar claro cuándo ni cómo ni quién reabrirá el servicio, al menos en esta ocasión gobierno y oposición se pusieron de acuerdo para aprobar una moción de Unidas Podemos que busca acelerar los trabajos para su vuelta y garantizar también que siga el personal que estaba adscrito al centro. Además, el debate que se formó propició que el alcalde, Héctor Suárez, anunciara que este servicio y, particularmente, la licitación de los pliegos para contratar otra vez la gestión del centro será objetivo prioritario de este gobierno municipal.
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La sede de La Pardilla está en obras desde mediados de julio (tienen una duración prevista de tres meses), los empleados se quedaron sin trabajo y los 17 usuarios, pese a la negativa de los familiares, fueron trasladados por el Cabildo a dos centros de día de la capital. Así las cosas, hay dos frentes: las obras en el propio edificio y los trabajos administrativos para sacar a concurso el servicio. La empresa anterior, Ralons, ya dejó de prestarlo.
Tanto la proponente, la edil de Podemos, Rosa Vega, como la portavoz del PP, Sonsoles Martín, reprocharon al gobierno la «improvisación» o las «informaciones contradictorias» con las que se ha gestionado este proceso. Martín fue más allá y habló de «ineficacia» y hasta «inacción». El edil de Servicios Sociales, Diego Ojeda, desgranó lo que ha hecho para evitar el traslado de los usuarios a la capital, contó que se les subvenciona parte del transporte y que se trabaja para ahorrarles el copago que ahora tienen que abonar.
El edil del PSOE, Alejandro Ramos, advirtió de que la empresa a la que se le pagan las facturas por el servicio y la que firmó el contrato, Ralons, no es la misma que la que desde mediados de 2017 figura como empleadora del personal, Sergracan; apremió con los pliegos del nuevo contrato y sugirió al alcalde pedir a Ralons que retome el servicio entre que acaban las obras y se contrata a un nuevo concesionario. «El derecho de subrogación de los trabajadores caduca a los 6 meses».
En la sesión de ayer también se aprobaron 241.300 euros en facturas por servicios con el contrato vencido y se dio el visto bueno a ampliar en 130.000 euros la cuantía para horas extra.
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