Avesar tiene 48 horas para dejar el local en el que reparte alimentos

El 28 de julio de 2017 la Asociación Vecinal y Solidaria de Arenales, Avesar, solicitó al Ayuntamiento capitalino la cesión de un local para atender el reparto de alimentos a 82 familias de ese barrio capitalino después de que la parroquia de Santa Teresita decidiera no continuar con esta labor en sus dependencias. En noviembre de ese mismo año denunciaron públicamente en CANARIAS7 que seguían a la espera de una respuesta municipal para poder desarrollar su labor.

Sin embargo, la ayuda no vino de la administración local sino del empresario Antonio Rodríguez, presidente de Rodrigonsa, que se comprometió a costearles el alquiler de un local hasta que llegara esa respuesta del Consistorio y que les manifestó su deseo de permanecer en el anonimato hasta su fallecimiento, hecho que ocurrió el pasado Viernes Santo.

Su muerte, además de la perdida de una persona de la que destacan su humanidad, ha supuesto un duro revés para una asociación que a día de hoy atiende a más de 126 familias -de las que 86 son menores- y con una lista de espera de 219, como explica su presidente, José Antonio Silva. Pues «el pasado martes, una secretaria de la empresa nos llamó para decirnos que el 2 de mayo tenemos que dejar el local», denuncia.

Recuerda que el espacio en el que ahora desarrollan su actividad, un local de 30 metros cuadrados situado en la calle Alfredo S. Pérez, cuenta con un alquiler de 350 euros que Avesar no puede costear y señala que el acuerdo que en su día firmaron con el empresario establecía «que don Antonio podría cancelar la obligación de abono cuando lo considerara oportuno, previo aviso a la asociación con dos meses de antelación». Plazo que no se respeta con esa solicitud de entrega de llaves que se les hace. Además, dice que en una reunión mantenida en diciembre con el empresario, «al que cada trimestre le presentábamos los resultados y lo que estábamos haciendo en la asociación», éste le comunicó «que teníamos asegurados dos años más el local».

Silva apunta que en estos momentos en el referido local «tenemos unos 8.000 kilos de alimentos» que no tienen capacidad para trasladar en tan poco tiempo y para el que carecen de espacio alternativo.

Silva explica que desde julio de 2017 llevan solicitando un local al Ayuntamiento «y ya estamos en mayo de 2019». Reconoce, sin embargo, que «hemos avanzado» porque «Inmaculada Medina nos ha dado ya la garantía de que vamos para la calle Aguadulce, 21» a un local municipal. Pero no saben cuándo. «Primero tienen que trasladar a los funcionarios de Salud Pública» que están en ese espacio «a la Casa del Marino», y los que se encuentran en esas dependencias irán al «Instituto Municipal de Deportes», que a su vez «se van a cambiar al club de golf Las Palmeras».

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