Huelga de los técnicos sanitarios: «Somos invisibles pero imprescindibles»
Los profesionales reclaman cobrar de acuerdo a su categoría B | Los pacientes notaron el paro por la anulación de pruebas diagnósticas
«Si esto no se arregla, ¡huelga, huelga, huelga!». Este fue uno de los cánticos entonados este martes por los técnicos superiores sanitarios (TSS) de Canarias que secundaron el paro convocado a nivel estatal para reclamar el reconocimiento de su labor y la equiparación de su formación con la de sus homólogos europeos.
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La incidencia de la huelga fue notable en los centros de salud y hospitales del archipiélago. Muchos pacientes citados para realizarse pruebas diagnósticas -como ecografías, mamografías, radiografías, biopsias, resonancias o tomografías- no pudieron ser atendidos por falta de personal.
«No ha sido una huelga contra los pacientes, sino en defensa de nuestros derechos profesionales y laborales», explica María Iluminada Ramos, miembro del comité de huelga y delegada del Sindicato Estatal de Técnicos Superiores Sanitarios (SIEteSS).
Hartos de promesas
A los técnicos superiores sanitarios se les ha agotado la paciencia tras dieciocho años esperando que sus sueldos se ajusten a la categoría B. «Desde 2007, el Estatuto Básico del Empleado Público nos reconoce como Grupo B, pero seguimos cobrando como C1», subraya Ramos.
Sin percibir lo que les corresponde
Una situación que tampoco se contempla en el borrador del futuro Estatuto Marco del Personal Sanitario elaborado por el Ministerio de Sanidad. Según Ramos, cada año los presupuestos incluyen una partida destinada al Grupo B, pero estos profesionales continúan percibiendo retribuciones del C1. «Ya estamos hartos y nos preguntamos, con todo lo que está pasando, ¿dónde están nuestros dineros?», lamenta Ramos.
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Esta es una de las razones que llevó a buena parte de los cerca de 600 técnicos superiores sanitarios del Servicio Canario de la Salud (SCS) a secundar el paro de los días 30 y 31 de octubre, que se prolongó este lunes y martes, y al que también estaban llamados los profesionales de la sanidad privada.
Alto seguimiento
«No sabemos cuántos fueron a la huelga, pero nuestra impresión es que el viernes, en muchos servicios, más de la mitad de la plantilla paró», indica la representante sindical.
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La equiparación de la titulación de estos profesionales al grado universitario, como ocurre en otros países europeos, es otra de las reivindicaciones planteadas. «Solo en España no somos grado universitario, por eso no podemos trabajar en ningún país de Europa», asevera la TSS.
Este déficit formativo lastra la calidad asistencial, ya que los continuos avances tecnológicos en las pruebas diagnósticas les obligan a actualizarse sin disponer de una formación acorde con su responsabilidad. «Queremos más formación porque debemos avanzar al ritmo de la ciencia y del resto de Europa», señala.
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El intrusismo, singularidad canaria
Un problema que afecta especialmente a los TSS canarios es el intrusismo profesional, pues los servicios técnicos suelen estar coordinados por personal de enfermería sin cualificación específica.
De hecho, Ramos destaca que este desconocimiento se reflejó en que los servicios mínimos fijados inicialmente para la huelga no se ajustaban a las necesidades reales, por lo que tuvieron que ampliarse. «Esto demuestra que, aunque invisibles, somos imprescindibles», añade.
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