Educación destina 6,84 millones a la creación de espacios con sombra en 160 centros de Canarias
Funcionarán como refugios ante el calor | La Consejería cree que son «claves» para afrontar los desafíos climáticos presentes y futuros
Un total de 160 centros educativos de Canarias contarán con nuevos espacios de sombra, que funcionarán como refugios climáticos ante las altas temperaturas. La iniciativa cuenta con una inversión de 6,84 millones de euros, según ha informado la Consejería de Educación, impulsora de la iniciativa, en una nota.
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La actuación forma parte del Plan de adaptación de los centros educativos a las altas temperaturas, que busca dar respuesta a la creciente necesidad de espacios protegidos ante el calor. Una demanda «reiterada por parte de la comunidad educativa».
Las obras ya han finalizado en algunos centros, mientras que en otros están en plena ejecución y en algunos se están dando los primeros pasos para la habilitación de estos espacios.
Desde la Consejería insisten en que el propósito es el mismo en todos ellos: mejorar las condiciones de los espacios escolares al aire libre para que sean más seguros, agradables y adaptados al bienestar del alumnado, sobre todo en episodios de fuerte calor.
Uno de los centros donde ya ha finalizado la instalación de estas sombras es el CEIP Juan García Pérez, en el municipio tinerfeño de Granadilla de Abona, que cuenta con nuevas áreas de sombra que han transformado el uso del espacio exterior por parte del alumnado.
La acción se enmarca en una estrategia más amplia que incluye una visita técnica a Barcelona para conocer experiencias innovadoras sobre cómo convertir patios escolares en lugares más resilientes ante las altas temperaturas.
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El área que lidera Poli Suárez busca con estas iniciativas «reforzar su compromiso con una educación pública de calidad», que no solo centra sus esfuerzos en el aprendizaje, sino que también «en el cuidado del entorno y la salud del alumnado».
Para la Consejería de Educación, la creación de espacios de sombra supone un paso clave hacia entornos escolares más sostenibles, seguros y preparados para afrontar los desafíos climáticos del presente y del futuro.
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