«No vamos a ser sectarios. Hablaremos con quien respete nuestra autonomía»
Alberto rodríguez ·
El tinerfeño dibuja un proyecto social, político y electoral «de obediencia canaria y con carácter popular», de cara a las próximas eleccionesEl exdiputado canario de Unidas Podemos sigue pendiente de resolver el caso de su escaño aún vacío en el Congreso y pone el foco en volver a las bases del movimiento social en el archipiélago.
Publicidad
– Después de estos tres años especialmente intensos y la desilusión en Madrid, ¿sigue con ganas de hacer política?
– Llevo toda la vida haciéndola, desde la adolescencia con los movimientos sociales hasta ahora, y creo que desde el ámbito institucional es una oportunidad de oro para Canarias. Mi figura es conocida y respetada por una buena parte de la sociedad y si puedo poner esa herramienta al servicio de las mayorías lo voy a hacer, pero sin pretensiones ni líneas rojas sobre el papel que debo jugar.
–¿Cómo encaja en el anuncio de que concurrirá en las próximas elecciones de 2023?
–Hay un espacio social, político y electoral que no está ocupado o lo está por fuerzas que no han cumplido con las expectativas. Hablo de un espacio de obediencia plenamente canaria, pero que no se traduzca en actuar en base a una pequeña élite sino con un carácter popular que ponga sobre la mesa cambios profundos. Para esto es clave afrontar, también, el alto grado de abstención política y electoral. No es una decisión individual de Alberto Rodríguez, sino un proceso colectivo y, de hecho, ya ha habido contacto con gente de todas las islas. Si hay un espacio que sea capaz de dar con esa tecla y movilizar a toda esa cantidad de canarios que no participan, daría muchas alegrías a la sociedad. ¿Es fácil? No, pero no imposible, y ahí pondré mi granito de arena.
–¿Tendría ese espacio el nombre de Reunir?
–Esto es un proceso colectivo, no estamos en la fase de tener nombre ni de establecer nada. Ni siquiera he anunciado que sea un partido al uso, simplemente que este espacio es muy amplio y que voy a poner todo lo que esté en mi mano, como otra gente que también trabaja en ello, para que crezca y que en 2023 pueda estar plantando cara a los que continúan con el modelo de desarrollo de los últimos 30 años. No hemos hecho más concreciones.
«No supe ver las limitaciones para Canarias de pertenecer a una organización estatal»
–¿Y estaría vinculado a la plataforma de Yolanda Díaz?
–Para nosotros es clave que este proyecto cumpla tres condiciones: que sea un espacio de obediencia canaria, con perspectiva autocentrada para poner al archipiélago en el centro de la toma de decisiones de los asuntos que nos afectan; que tenga un carácter popular, defendiendo a las mayorías; y que sea confederal, también dentro de la comunidad autónoma, para que responda a todas las islas y no solo a Tenerife y Gran Canaria. En ese marco caben un montón de fuerzas y, siempre que se respete, podremos negociar de tú a tú y sin complejos. No vamos a ser sectarios.
Publicidad
–¿Podríamos decir que es una óptica más nacionalista que la que tiene Podemos?
–Si se le tiene que poner etiquetas a esto, diría que es 'democrático'. Es evidente que lo que garantiza mayores cotas de participación y democracia es que los asuntos que nos afectan sean decididos en el archipiélago. Los partidos y estructuras estatales han demostrado un déficit profundo en este sentido, los conozco bien. Esta semana se cumplía el aniversario de las movilizaciones contra Repsol: los canarios defendían una postura mientras que desde otros marcos políticos era la contraria. Una barbaridad. Ahora mismo se me ocurren otros ejemplos como el Monte Tropic o Las abuelas de Canarias.
–¿Nota que esos asuntos pendientes están polarizando nuevamente a la sociedad canaria?
–Con lo que está ocurriendo es normal que haya tanta indignación: la inflación, la saturación de los servicios públicos, el tema de la vivienda... Son diagnósticos que se han hecho muchas veces, pero necesitamos que se actúe y si las instituciones canarias no tienen competencias, habrá que conseguir más. La puesta en práctica de las políticas disminuirá el desencanto y, así, las opciones retrógradas que ponen sobre la mesa el odio tendrán mucho menos espacio que ahora.
Publicidad
«Considero vulnerados mis derechos y el de los que me votaron. Seguiré luchando para que no se vuelva a cometer la misma tropelía»
–Al margen de ese nuevo proyecto, está pendiente de que se resuelva el asunto del escaño vacío. ¿Será a corto plazo?
–Ahora mismo hay dos recursos de amparo presentados al Tribunal Constitucional (TC) porque considero vulnerados mis derechos fundamentales, así como los de los canarios que me votaron. Luego estamos pendientes de que se resuelvan las medidas cautelares, donde se plantea que cada día que pasa sin que ocupe el escaño es un agravio democrático y tienen que devolverlo cuanto antes. Eso debe resolverse con mayor prontitud, porque es un caso con gran repercusión a nivel social y político en este país. Lo otro depende ya del tiempo que le tome al TC. Nosotros seguiremos contra viento y marea, no tanto por mí sino también para garantizar que nunca más se vuelva a cometer esta tropelía.
Publicidad
–¿Ha fallado el apoyo de Unidas Podemos?
–El apoyo que he sentido ha sido a nivel social y desde abajo, tanto dentro de la militancia como fuera. Eso es lo que ha mantenido vivo este conflicto, así como las compañeras que iban conmigo en la lista del partido y que han demostrado que las palabras 'ética', 'honestidad' y 'solidaridad' no son huecas sino formas de pensar que están muy presentes. Desgraciadamente, no puedo decir lo mismo de la cúpula. Se ha visto cómo se ha posicionado cada uno, pero ahora toca pasar página, sin olvidar, pero mirando al futuro y planteando proyectos que ilusionen a la sociedad.
–¿Qué ejercicio de autocrítica hace en esa nueva hoja de ruta?
–He intentado hacerlo lo mejor posible dando voz a los problemas sociales de las islas y he vivido momentos muy bonitos en ese sentido. Dentro de ese marco, he visto las limitaciones de participar en una organización estatal, porque preocupaba más lo que ocurría en el centro de poder que en Canarias. Ese corsé impidió desarrollar los objetivos de las islas, por ejemplo, en la crisis migratoria, y lo hace de nuevo con las aguas territoriales y el Sáhara. Por eso, ahora me ofrezco a colaborar en la posición que haga falta.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión