CC y NC buscan hacer valer su voto para atar la ficha canaria en los Presupuestos de 2021

Los primeros contactos del Gobierno con todos los grupos parlamentarios del Congreso -salvo Vox, que se autoexcluye del diálogo- para abordar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 ha dejado un escenario muy abierto, con un abanico de opciones con los que Sánchez podría garantizarse la mayoría. Un tablero a múltiples bandas en el cada jugador trata de colocarse en buena posición para no quedar rezagado durante la carrera de fondo de la negociación.

La nítida voluntad de llegar a un acuerdo mostrada por Ciudadanos y la desaparición de las reticencias de ERC a sentarse a hablar tras la convocatoria de la mesa de diálogo con Cataluña han dado oxígeno al Gobierno, que a día de hoy ve factible ampliar los apoyos de la investidura para sacar adelante las cuentas estatales del año próximo. Las posibles opciones de Sánchez restan fuerza sin embargo a las dos formaciones nacionalistas canarias con presencia en la Cámara Baja, CC y NC, que con un escaño cada una ven alejarse las expectativas de ser determinantes y poder repetir la jugada de 2017 y 2018, cuando rentabilizaron el peso de su voto en sendos acuerdos que engrosaron notablemente la ficha financiera de las islas.

En este escenario abierto, los dos partidos nacionalistas canarios -coaligados electoralmente en el Congreso pero autónomos en la negociación con el Gobierno- han optado por adoptar una postura de cooperación en las primeras tomas de contacto del nuevo curso político. En la reunión telemática que mantuvieron con Sánchez el pasado jueves, junto al resto de fuerzas del grupo mixto, tanto la portavoz de CC, Ana Oramas, como el representante de NC, Pedro Quevedo, adelantaron a Pedro Sánchez su disposición a colaborar en la aprobación de unos Presupuestos que entienden esenciales para la reconstrucción del país tras la pandemia e imprescindibles para hacer frente al especial impacto de la crisis en Canarias.

Los nacionalistas tienen claro que si carecen de fuerza para ser determinantes resulta más favorable para sus objetivos ponerse de lado del Gobierno y tratar de negociar la mejor ficha financiera posible para las islas que poner palos en las ruedas y quedarse fuera, especialmente si Sánchez se garantiza la mayoría sin ellos.

En las circunstancias actuales, el Gobierno está además obligado a buscar el máximo consenso, no solo cuantitativo, para aprobar unos Presupuestos enfocados a paliar las consecuencias de la crisis. Los nacionalistas esperan que esa conveniencia de recabar cuántos más apoyos mejor se note a la hora de negociar con ellos y recuerdan que ningún voto sobra, porque la negociación presupuestaria se sabe cómo empieza pero no como acaba.

Si saca los Presupuestos, Sánchez tendría más fácil culminar la legislatura, o al menos podría prolongarla durante dos años más, y si logra aprobarlos además por una mayoría holgada estaría en condiciones de escenificar el aislamiento de la oposición.

En todo caso, CC y NC condicionan su eventual respaldo las cuentas estatales de 2021 a que el Gobierno recoja en el proyecto de ley un trato diferenciado y específico a Canarias, en atención a la mayor gravedad de su situación socio-económica por la alta dependencia del turismo, ahora desplomado. La base de partida que plantean para el acuerdo es el cumplimiento del REF y del Estatuto de Autonomía, junto al mantenimiento de las partidas consolidadas en las cuentas de 2018 y un reparto de los fondos europeos proporcional al impacto de la crisis.

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