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El Sáhara invoca a Canarias

Primera plana ·

El desenlace del conflicto saharaui determinará el futuro geopolítico que le espera al archipiélago en lo que resta de siglo XXI

Jueves, 17 de diciembre 2020, 06:39

Hace un mes que el Sáhara Occidental se encuentra en estado de guerra, justo desde que Rabat rompiera el alto el fuego. Marruecos ha comprado a Estados Unidos material bélico por valor de 825 millones de euros. Es una inequívoca carrera armamentística, ¿contra quién? Ha habido disparos de artillería en torno al muro en las últimas semanas. El Frente Polisario asegura que ha habido víctimas. El otro bando permanece en un silencio informativo porque le conviene dejar las cosas como están. Donald Trump ha descolocado el tablero ignorando las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Qué opina de todo esto el Pacto de las Flores? ¿Y, sobre todo, qué va a hacer? ¿Acabará por tomar una actitud proactiva o quedará enquistado en las palabras protocolarias en aras de no enrabietar a Mohamed VI?

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El desenlace del conflicto saharaui determinará el futuro geopolítico que le espera al archipiélago en lo que resta de siglo XXI. Es serio, muy serio. Y mientras tanto el Gobierno de Canarias no se implica ni tampoco azuza a Madrid. Y el Parlamento no ha dicho nada. Lo que está sucediendo actualmente será la antesala del devenir histórico que se expondrá, llegado el momento, en los manuales. La responsabilidad del Pacto de las Flores es enorme y, sin embargo, mira hacia otro lado, persiste en un bajo perfil cuya inacción, por supuesto, favorece a Marruecos. El mismo Estado que amén de la presión migratoria y los hechos consumados seguirá marcándole la pauta a las islas cuando la agonía del pueblo saharaui llegue a su fin. Y el Frente Polisario, en soledad, no se basta. Pero a Canarias, a todas luces, se le está abriendo un frente diplomático de primera magnitud que no quiere interiorizar. Mientras permanecía el alto el fuego decretado en 1991 y los campos de refugiados en Tinduf, no solo ganaba Rabat poco a poco sino al tiempo evitaba que el poder político isleño tomase conciencia de la realidad que se le cruzaba. Era una actitud cómoda, un arreglo ficticio e inacabado que ha llegado a su conclusión porque el pueblo saharaui está convencido a jugárselo todo, cueste lo que cueste. La comunidad internacional todavía está a tiempo de evitar una tragedia mayor.

Circula en internet el documental 'Ocupación S. A.' que retrata a la perfección las coordenadas de cómo se ha alcanzado semejante despropósito. Y apunta a los intereses y negocios diversos en un territorio ocupado en el que España ha sido partícipe. Anota la cantidad de empresas que han sacado jugoso provecho de los recursos naturales saharauis. Y asimismo la complicidad de dirigentes del PSOE y PP que se han sumado a esas operaciones fraudulentas. También cómo el Parlamento Europeo ha desoído las demandas saharauis que están amparadas por la legalidad internacional; la última colonia de África pendiente de su proceso de descolonización. Una obra muy completa en la que se describe cómo diversas playas del archipiélago se han beneficiado de la arena del Sáhara Occidental comprada a terceros. Incluso, la de Mogán donde Onalia Bueno no respondió a la llamada de la productora para ofrecer su versión de lo ocurrido y dar las oportunas explicaciones. Es la misma alcaldesa moganera que luego incita la denuncia de la inmigración irregular frente al Estado y fleta guaguas a la plaza de La Feria. Visionarlo no tiene desperdicio. Su metraje de 40 minutos engancha al espectador. Y se halla en internet sin ningún problema.

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