En la actualidad el mundo tiene muchos problemas. Al igual que todas las cosas, esos dilemas avanzan y evolucionan. En las sociedades modernas un problema destacable es el asunto del tráfico.
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Las colas son la gran desgracia del siglo XXI por dos motivos fundamentales: la contaminación que producen los carburantes de los vehículos, y el tiempo de espera (eterno) que pasamos esperando a que el tráfico avance. Porque sí, mientras que estamos en el coche parados PERDEMOS TIEMPO DE NUESTRA VIDA. El tiempo es nuestro tesoro más valioso.
¿Pero cómo solucionar el problema del tráfico? Lo primero es salir a la calle, pisarla, hablar con la gente que conoce el tema e interesarse en cómo mejorar la situación.
En el caso de Gran Canaria, son de sobra conocidos los atascos que se forman en la GC-1 de lunes a viernes en horas puntas. ¿Y por qué se produce esto? Pues porque hay poco espacio y muchos coches en los que solo va una persona.
Si hubiese un servicio de guaguas más regular que fuera del sur a la capital y viceversa, otro gallo cantaría.
Aquí viene una posible solución: de los tres carriles que hay en la GC-1 ¿por qué no dejamos uno exclusivo para guaguas y que haya un servicio regular cada 10 minutos realizando ese trayecto de ida y vuelta?
Así evitaríamos que tantas personas conduzcan su coche y se agilizaría muchísimo más el tráfico. Es una solución sencilla y que no requiere grandes inversiones. La clave es reforzar los servicios existentes. Así se contaminaría menos, la gente no perdería tanto tiempo y saldría más barato que construir esos proyectos faraónicos que muchas veces no funcionan. Piénsenlo.
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