El juez deja en libertad a Koldo pese a reconocer que podría tener dinero oculto y «vínculos» en el extranjero

En su resolución en la que se negó a encarcelar a Koldo, tal y como le pidieron ocho de las nueve acusaciones, el instructor, sin embargo, destacó que sí que existirían motivos para la prisión preventiva. «Es verdad que don Koldo pudiera, tal vez, disponer de una cierta cantidad de dinero, que hasta la fecha no ha sido hallada. Y es cierto que mantuvo en el pasado ciertos vínculos con otros países, que se desconoce si persisten», admitió el instructor, quien también resaltó que las pruebas contra el exasesor cada vez están más «consolidadas».

El juez rechazó el encarcelamiento preventivo del exmano derecha de Ábalos no obstante reconocer los «sólidos indicios de criminalidad» contra él que ha recogido la Unidad Central Operativa (UCO) en sus últimos informes y que apuntan a su implicación en las «figuras delictivas» de integración en organización criminal, tráfico de influencias, cohecho «y, tal vez, también de un delito de malversación de fondos públicos».

En esa línea –abundó el instructor en su auto de libertad- el juez subrayó que las grabaciones del propio García ya son un indicio de peso de la «posible adjudicación indebida de diversas obras públicas, en connivencia con quien era entonces titular de Transportes, y de terceras personas, a cambio de diversos premios económicos».

Es más, según el juez, en el último informe de la UCO, el presentado el pasado 3 de octubre sobre el patrimonio de Ábalos, «se deja constancia de la posible tenencia por parte del investigado de importantes cantidades de dinero en metálico» y que Koldo «vendría haciéndose cargo regularmente de obligaciones económicas» correspondientes a Ábalos, tales como pensiones a sus hijos, regalos a sus novias o el pago de la empleada del hogar.

Leopoldo Puente destaca que el exasesor llegó a pagar 26.000 euros del alquiler de su casa en la calle Humilladero de Madrid entre 2019 y 2021 y que el todavía diputado «no habría incluido en sus correspondientes declaraciones fiscales».

El exasesor -que llegó a las 9:46 horas a la sede judicial con una voluminosa mochila y acompañado por su abogada, Leticia de la Hoz- compareció esta mañana por tercera vez ante el alto tribunal convertido, sorprendentemente, en una de las piezas más sólidas del caso que lleva su nombre. El imputado no se avino a responder pregunta alguna porque -arguyó- no puede defenderse en tanto en cuanto no le devuelvan todos los dispositivos electrónicos que la Guardia Civil le incautó en el registro de su domicilio en febrero de 2024 en Alicante.

García, desde su detención entonces, jamás ha admitido las acusaciones, y tampoco lo iba a haber este jueves ante el magistrado Leopoldo Puente. Se acogió a su derecho a guardar silencio a pesar de que, según apuntaron desde su entorno, era «plenamente consciente» de que esta táctica era peligrosa y que cabía la posibilidad de que la Fiscalía pidiera, como sí hizo el PP en nombre de ocho de las nueve acusaciones personadas, cárcel preventiva.

De hecho, García, antes de dirigirse al Supremo, acudió al despacho de sus abogados con ese gran macuto. Preguntado si la mochila era por si el instructor le manda hoy a la cárcel respondió con un elocuente: «Hombre precavido vale por dos».

Que Koldo no iba a declarar y, mucho menos, tirar de la manta era más que previsible. Y es que el que fuera mano derecha de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes ha sido el gran muñidor del pacto de silencio con su exjefe y la persona que desde junio viene evitando que el exdirigente socialista flaquee y acabe por aceptar un pacto con la Fiscalía para autoincriminarse y, de paso llevarse por delante al propio Koldo, entre otros.