Así se bebe el verano
Te contamos cuáles son las tendencias líquidas que conquistan las barras y terrazas cuando sube el termómetro
Cuando el calor aprieta, el cuerpo pide 'terraceo', hielo y algo que entre fresquito bien sean clásicos reinventados o las nuevas obsesiones que llegan con acento andaluz o francés Aquí te contamos qué se está bebiendo y te adelantamos que el hielo ya no es pecado en el vino
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Vermut, el aperitivo eterno que se reinventa
El vermut ya no es solo cosa de domingos. Este verano, el vermut blanco gana protagonismo frente al rojo tradicional, gracias a su perfil más fresco y menos dulzón. En las barras veraniegas se sirve cada vez más con hielo, piel de limón, aceituna o incluso una uva congelada, y muchas veces con un toque de tónica o soda. Algunos locales incluso ofrecen vermuts infusionados con hierbas locales o pieles cítricas.
Y atención a un nuevo protagonista: el vermut rosado, que combina la suavidad del blanco con un punto frutal. Ligero, elegante y sorprendente, ideal para una primera copa o un 'vermuteo' que se alarga.
La clara 2.0, la cerveza con limón se reinventa y se eleva
La clara de cerveza, esa mezcla clásica de rubia con limón que tanto se agradece en los días calurosos, ha dejado de ser una simple solución de terraza para convertirse en un reclamo de carta. Y es que esta bebida se ha sofisticado: ahora se prepara con cervezas artesanas, zumos naturales, tónicas cítricas o incluso con toques de pomelo, jengibre o hierbas.
Además, hay una clara tendencia a ofrecer claras sin alcohol o sin gluten, perfectas para quienes buscan refrescarse con una elección de pleno derecho.
Piña colada, del chiringuito al cóctel elegante
Sí, la piña colada ha vuelto. Pero no como la recordamos. Este clásico tropical que básicamente consistía en piña, coco y ron, se reinventa con toques más frescos, menos empalagosos y mucho más elegantes. Se prepara con piña natural, leche de coco casera, ron añejo suave y hielo pilé, y se sirve en vaso largo o incluso en copa tipo 'Martini'.
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Algunos locales la están llevando al siguiente nivel: infusionan el ron con vainilla o cardamomo, añaden un toque de lima o la presentan en versión 'colada sour', con clara de huevo vegetal para lograr una espuma sedosa.
También es habitual encontrar piñas coladas sin alcohol, ideales para el público más joven o para quienes buscan una bebida tropical con todo el sabor, pero sin rastro de alcohol.
Croft Twist, la moda que vino de Jerez y se quedó
De la combinación del fino Croft con agua con gas, lima y un toque de menta nació esta bebida que, sin quererlo, se ha convertido en el nuevo rey de las sobremesas y las noches largas. Se sirve bien frío, con hielo y rodaja cítrica. Una alternativa elegante al rebujito y una forma más amable de entrarle al vino generoso. Si además le añades unas hojas de hierbabuena, el sorbo es insuperable.
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Aperol Spritz, llegó y triunfó
No hay verano sin naranja. El Aperol Spritz sigue pisando fuerte: prosecco, Aperol, soda y una rodaja de naranja. Pero ahora también asoma el 'Limoncello Spritz', su versión cítrica y más ácida, ideal para quienes buscan algo menos amargo. La moda de los spritz sigue creciendo y se presenta como un puente entre lo dulce y lo sofisticado.
El tinto de verano también se sofistica
Lejos de los grifos de gaseosa, ahora el tinto de verano se sirve en copa de balón, con hielo, fruta fresca y toques aromáticos como romero, pepino o lima. Algunos bares lo preparan incluso con tónica. El resultado es una bebida refrescante, pero con cuerpo, que marida igual de bien con unas papas arrugadas que con un ceviche.
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Tés fríos, la alternativa refrescante que conquista los almuerzos
En verano hay que olvidarse del clásico vaso de té con hielo. Ahora los tés fríos artesanos llegan en botellas de diseño o se infusionan al momento con mezclas exóticas: té verde con maracuyá, rooibos con hibisco, chai frío con vainilla, o incluso matcha con limón.
Muchos locales los preparan en 'cold brew' o infusionados en frío durante horas, para preservar aromas y suavidad. Se sirven con fruta fresca, hierbas aromáticas (menta, albahaca, hierbaluisa) y a menudo en vasos grandes con mucho hielo. Son la opción perfecta para quienes no beben alcohol, pero no quieren renunciar a una bebida bonita, sabrosa y ligera.
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Kombuchas, burbujas, salud y personalidad
La kombucha, ese té fermentado con burbuja natural ha dado el salto definitivo del herbolario a la barra. Y lo ha hecho con estilo: botellas de diseño, sabores como jengibre y cúrcuma, frutos rojos, hibisco o albahaca y pepino, y un punto de acidez que recuerda a un espumoso seco.
Si antes era una rareza, ahora la kombucha se pide por gusto, no por moda. Refresca mucho y, además, es digestiva.
Rosado francés, blanco 'París' y otras 'herejías' que son tendencia
¿Una piedra de hielo en el vino blanco? Sí, y cada vez más y a esta bebida se le llama 'blanco París'. Especialmente en blancos jóvenes, afrutados, tipo verdejo o albariño. También triunfan los rosados estilo provenzal, vinos ligeros, servidos en copas grandes con frambuesa o incluso un toque de soda.
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Gin-tonics tropicales y mojitos de mil sabores
El gin-tonic sigue, pero ya no solo con pepino y enebro. Este verano se sirve con maracuyá, mango, hibisco o hasta albahaca, buscando aromas más caribeños. Y los mojitos, esos que nunca fallan, llegan con versiones de fresa, piña o mango, en vasos cada vez más fotogénicos.
Sangrías modernas
Y como cierre a nuestra lista, contarles el regreso de un clásico viejuno porque la sangría se consolida: vino blanco despuntando o tinto como siempre, frutas de hueso, soda y algún toque botánico. También aparece la versión con cava o rosado, ideal para brindar sin cargar.
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