Dónde saborear Gran Canaria, según el cirujano plástico Jaime Ospina

Con quince años aterrizó en Gran Canaria y estudió en el IES Poeta Tomás Morales de la capital. Su expediente le valió para licenciarse por la ULPGC en Medicina y Cirugía, con especialidad MIR en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética por la Universidad de Santiago de Compostela, especialidad a la que llegó por pura obsesión por la perfección, por cambiar y mejorar siempre que sea posible, pero, sobre todo, por ayudar a lograrlo y hacer realidad el sueño de sus pacientes.

A partir de ahí, guiado por la misma perseverancia y exigencia como pilares de su actividad, Jaime ha recorrido medio mundo formándose y especializándose en todas las áreas que engloba la cirugía plástica estética con y entre los mejores así que, no caen del cielo los miles de comentarios que resuenan alrededor de su nombre porque muchos son los que lo consideran el mejor cirujano plástico que tenemos en la isla. Ante esto, Jaime responde sin dudarlo, «me gusta conocer a mis pacientes, conocer de dónde parten sus motivaciones, cómo les gusta proyectarse y cuáles son las consecuencias que se pueden derivar de su decisión. Y no solo del paciente sino también de su entorno», a lo que además añade que la comunicación continua con el paciente, antes, durante y después es parte imprescindible del proceso.»

Nombres de este campo de la medicina como el doctor Planas u otros homónimos en su Colombia natal, porque Jaime nació en pleno eje cafetero, han sido los maestros de Jaime y no ha habido destino que se le resista para acercarse, aprender, crecer y mejorar en habilidades y técnicas punteras.

Una formación, por otro lado, que nunca abandona para estar al día de todo lo que acontece porque sigue obsesionado en ejercer su práctica de manera impecable. Desde esa misma exigencia, hoy se le considera como uno de los más destacados especialistas en intervenciones de rinoplastia, de cirugía de mamas y de contorno y frente a un paciente, siempre siente una responsabilidad muy alta, porque tal y como él nos cuenta, «yo no curo enfermedades sino el alma».

A diario trata con los complejos de personas, con sus ganas de mejora porque hay personas que, por todo esto, lo pasan realmente mal y, tratar con todo ello reviste de una especial sensibilidad y de un nivel de compromiso y empatía altísimos.

Una media de veinte consultas diarias y dos intervenciones porque para Jaime, la calidad está por encima de la cantidad y en ambas dedica el tiempo necesario sin mirar en ningún momento el reloj. «Nunca he sido capaz de dejar antes una consulta o una intervención hasta que no sienta que todo está perfectamente hecho».

La humildad es su desayuno favorito y entiende su práctica y su especialidad como la capacidad para que cada persona cambie todo aquello que lo hace feliz, con lo que no se siente cómodo, con lo que no le gusta y, en ningún caso a esto se le puede denominar frivolidad sino todo lo contrario. «Una vez y el proceso o la intervención termina y los pacientes aprecian el resultado, eres capaz de ponerle cara a la felicidad«. A lo que añade, «¿alguien sabría evaluar el valor que tiene este resultado?».

Hablamos de personas que quizás no vayan ni a la playa, de personas que limitan sus vidas, sus relaciones o sus acciones y saber que puedes cambiarles la vida y volverles a encontrar con su 'yo' es el papel fundamental de la cirugía plástica.

Hoy desde O´Clinic en Kala by HPS, Jaime pone en práctica a diario todo lo que sabe hacer, pero, sobre todo, los valores y principios de los que se siente orgulloso y con los que consigue sacar la mejor versión de todos sus pacientes que él mismo resume en dos: ética y gusto estético, por encima de cualquier otra premisa.

Y ya centrándonos en su paladar, nos cuenta que lo entrenó durante los cinco años que vivió en Santiago de Compostela, otra buena escuela cuando de gastronomía se trata y nos apunta que, la evolución en materia de la isla de Gran Canaria en los últimos años ha sido espectacular y deliciosa y damos con él un paseo por sus locales favoritos.

No suele desayunar, arranca con un café que incluso se lleva en un termo al trabajo porque para Jaime, como buen colombiano nacido en Chinchiná en el corazón del eje cafetero, un buen café es religión. Eso sí, jamás renuncia a un buen brunch los fines de semana y que él mismo prepara poniendo en valor el producto de cercanía: yogures de cosecha directa, un buen pan de masa madre de Levain, huevos y fruta fresca de temporada.

Si toca hacerlo fuera de casa, Jaime aprecia los desayunos en Mar Gastrotasca, donde no falta un buen café, esos siempre, y en donde elige la opción vegetariana.

Al brunch de domingos en Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel Jaime tampoco dice que no y si se trata de poner rumbo al sur podremos encontrarlo en Litibú porque son el local más top en lo que brunch se refiere.

Desde su paladar perfectamente educado y entrenado, Jaime aprecia la cocina de Verode, la tasca de Abraham Ortega donde el producto y la ejecución son impecables y porque reúne algo básico para él: cercanía y territorio.

Entre semana, aunque es mucho de ir al mercado y prepararse su propio almuerzo, podremos verlo en Llévame al Huerto, porque disponen de una cocina sana y equilibrada donde todo está muy rico.

Si pone rumbo al norte, La Locanda El Roque le parece un local fascinante y mágico, por su enclave, por su producto y cocina y por sus vistas. Un local que para Jaime lo tiene todo y es de lo más especial. Aquí jamás renuncia a su pescado del día.

Si seguimos por la zona, Jaime suele parar en El Mirador del Atlante, porque es ideal para sentarse a picar o tomar algo con unas vistas únicas de la capital grancanaria.

El Embarcadero, probablemente sea su 'top 1', es más, no hay evento importante en la vida de Jaime que no celebre en este local.

Si de gastronomía asiática se trata, Jaime elige Hito por producto y si quiere disfrutarlo en casa, Umare Sushi es el mejor.

Si pone rumbo al centro de la isla, la parada obligada siempre es el Bentayga, porque aquí logra desconectar de la ciudad y porque cuidan mucho el producto.

Para perderse solo encuentra un lugar donde disfrutar no solo de su deliciosa gastronomía, muy casera, sino también del entorno y de sus magníficas instalaciones en el Parador Cruz de Tejeda.

Y si pone rumbo al sur, La Palmera Sur es su local imprescindible y por algo siempre resulta el favorito de muchos y segunda parada, más al sur aún, Valle de Mogán, por sus vistas, su cocina diferente y cargada de matices.

En la capital, sin dudarlo Jaime elige Alis Rooftop, sus vistas y su ambiente son maravillosos.

Hacia el sur, a Jaime le encanta disfrutar en Café del Mar, porque todo lo que hacen, lo hacen muy bien.

Blue Marlin Sky Lounge también es idóneo para disfrutar, tanto de las vistas como de su ambiente.

Y, última parada hacia el norte en Casa Romántica, sobre todo por su café y el entorno donde se encuentra.

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