Vendaval amarillo para disparar todas las ilusiones
ud las palmas 4-1 cartagena ·
Exhibición coral de una UD que mira hacia arriba y en la que Jesé, Pejiño y Viera ya meten miedo a los rivalesLa vida es eso que pasa mientras esperamos que suceda algo. Y mientras se duda, jamás llega. Al contrario, si sales a buscarlo, siempre acaba pasando. La UD, ansiosa por volver a hacerse grande, mordió y creyó que se convertiría en gigante delante de un Gran Canaria volcado con los suyos. Así fue. Sobre el césped, un solo equipo, el que confió y luchó hasta hacerlo posible. Los goles los pusieron Jonathan Viera, Pejiño, Jesé y Peñaranda, pero la exhibición coral merece todo el reconocimiento en estas líneas.
Publicidad
No hubo medias tintas ni con el pitido inicial. En el minuto 10, después de calibrar propósitos, Rubén Castro tiraba un desmarque con sello de autor para encarar a Raúl Fernández, pero Eric Curbelo, arrancando casi diez metros por detrás del ariete y en un esfuerzo físico casi contra la lógica, avisaba. El satauteño taponó el disparo y ya el público entonó el primer rugido. Mientras caían los tantos, Moleiro, siempre con paso fino, levantaba a la gente de sus butacas. Sobre un césped adusto, donde el marrón ganaba centímetros al verde con el transcurrir de los segundos, el canterano danzaba desvergonzado. Hubo ovaciones cerradas en cada cambio y aplausos infinito a los esfuerzos de cada futbolista. Y Mel, por si fuera poco, pudo hasta dosificar esfuerzos y dar oportunidades a los menos habituales estas jornadas.
A la media hora de juego, en una combinación perfecta entre Pejiño y Cardona nació el primer tanto de Viera en esta nueva etapa. Fue una pared entre extremo y lateral, con baile de travesura del catalán para dejar atrás a su par y luego ceder al mediapunta, que se encontró con una pierna que le acabó derribando dentro del área. Penalti, galones y gol. Imparable para Marc Martínez. Mandaba una UD que se gustaba. Y sin tiempo para paliativos, el Cartagena sucumbía ante Pejiño. El gaditano destrozó a Clavería con un sutil movimiento de cadera para, sin oponencia alguna y desde fuera del área, mandar un latigazo a la red con su zurda de oro. Dos goles en menos de cuatro minutos y solo corría el 36 en el electrónico. Salía el sol en el Gran Canaria. Con el cuadro isleño brillando y con sed de goles, Jesé quería el suyo. Poco antes del descanso aprovecharía un pase de Fabio para picar la bola por encima del meta rival y poner el tercero. Se caía el Estadio. Vendaval amarillo.
Tras el intermedio, el Cartagena abandonó la displicencia para salir a recortar distancias, mientras que Las Palmas lanzaba sus flechas al contragolpe. Jonathan, bajo palos, falló el cuarto en un regalo de Jesé y luego lo acarició Cardona, también a pase del delantero. Peñaranda, que saltaba para darle zancada al equipo, no marraría el caramelo que, otra vez Jesé, servía en bandeja. Con el cuarto tanto y la expulsión de Boateng, los de Mel levantaron el pie del acelerador. De hecho, Dauda pondría el gol de la honra para el Cartagena y Mujica, en el último minuto, desperdiciaría un penalti que hubiese colocado la manita en el marcador.
Fue un encuentro, de principio a fin, donde se percibió el poderío de la Unión Deportiva. Pasó por encima de su rival, con cada uno de los pupilos de Mel dando la cara. La defensa se mantuvo firme y solo en una acción aislada, al final y ya con los cambios, se esfumó la portería imbatida. Cardona se consagró en el carril izquierdo, Viera anotó el gol 1.600 de Las Palmas en Segunda, Nuke Nfulu impuso su ley en la sala de máquinas, Pejiño continuó sumando tantos y Jesé Rodríguez, amigos, está de vuelta.
Publicidad
Anuló el combinado amarillo a Rubén Castro, mención especial también a Ferigra y Eric Curbelo, para dejar tres puntos de oro en casa y sumar 11 puntos posibles de 15 en su feudo en lo que va de curso. Triunfo imponente para escalar a puestos de playoffs de ascenso y situarse como sexto clasificado y, cómo no, para viajar a Almería con la moral por las nubes. No será una salida fácil, pues los andaluces son candidatos a todo, pero si la UD consigue ofrecer la imagen que fotografió este domingo, puede haber sonrisa amarilla en los Juegos del Mediterráneo.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión