Tranquilidad y confianza en la idea pese a sumar un punto de nueve posibles
fútbol - segunda división ·
No habita el nerviosismo en una UD Las Palmas que recuperó plaza de ascenso directo pese a ceder un empate contra el EibarLunes, 7 de noviembre 2022, 16:13
En rumbo y con las coordenadas exactas hacia el éxito. En la UD, pese a sumar solo un punto de los últimos nueve disputados, reina la calma. «Ni antes éramos tan buenos ni ahora somos tan malos», resaltan fuentes de la entidad que señalan a la clasificación, con Las Palmas segunda y en puestos de promoción de ascenso, como justificación máxima del buen hacer del equipo isleño en el bache de la campaña.
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El juego, las buenas sensaciones y el óptimo tramo inicial de los grancanarios son las bases en las que se solidifican todas las creencias en este equipo para que, llegado el final del calendario, los amarillos estén arriba peleando por volver a Primera División. Huesca y Burgos, que se encerraron atrás, apagaron el fuego ofensivo de la UD. Ambas citas se saldaron con derrotas. Las primeras del curso. Las únicas. Contra el Eibar (1-1), donde se notó desde el pitido inicial del árbitro que Las Palmas necesitaba y quería la victoria, fue diferente. Los isleños recuperaron su mejor versión y solo un desliz defensivo impidió el triunfo.
Está extrañando la Unión Deportiva su efectividad de cara a gol. Esa pegada que asaltó La Rosaleda, por ejemplo. Pero la confianza es plena porque todos en la entidad entienden que con el potencial ofensivo que tiene el equipo las ocasiones acabarán entrando. Frente al Eibar Moleiro se encontró con el palo en un tiro que ya se celebraba como tanto, a Viera le negaron el gol cuando el balón ya iba directo hacia la red y a Coco una intervención salvadora de Luca Zidane le negó un golazo.
Sandro ofreció, pese a estar gafado de cara a portería, su mejor versión desde que viste la elástica amarilla. No se cansó de tirar desmarques, regates y buscar el tanto. Lo mismo en tareas defensivas, que se rompió el pecho y se llevó incluso varias ovaciones de la hinchada. Pejiño, que saltó en la segunda mitad, también regaló un rendimiento inmediato y óptimo, con quiebros envenenados y el descaro que necesitaba Las Palmas para ser más vertical.
Y todo esto teniendo en cuenta que el mejor jugador de la categoría, como así lo han definido muchos entrenadores que se han enfrentado a él, estaba esperando turno en el banquillo debido a que días antes de la contienda estaba con fiebre. De hecho, cuando Jonathan Viera entró al campo por el minuto 61, con media hora todavía por delante, la UD se reactivó y exhibió mejor fútbol. Normal, con Jony todo es más fácil. Para la visita al Levante, después del estreno en Copa del Rey este domingo, si nada se tuerce, liderará el juego amarillo.
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