El Gran Canaria fue la tumba de la UD: solo 4 triunfos y 17 puntos de 57 posibles

Gran parte de los males de esta UD ya de Segunda División tiene su origen en el escalofriante dato que dejan sus estadísticas en el Gran Canaria a lo largo de la temporada 2024-25, que se cerró este domingo con la visita del Leganés. De sus 19 comparecencias como local, el equipo únicamente fue capaz de ganar en cuatro ocasiones y la cosecha frente a la afición dejó un pobre balance de 17 puntos de 57 posibles. Un lastimoso 29% de efectividad que ha supuesto un lastre insalvable.

Tradicionalmente se ha atribuido a la UD una fortaleza como local ahora desmentida a la luz de los números actuales. De hecho, se consumaron los mismos triunfos dentro que fuera de casa, para la suma de los ocho que figuran en su casillero, lo que evidencia la extrema dificultad que han encontrado los jugadores a la hora de ser resolutivos en territorio propio.

Un repaso a lo acontecido este curso en Siete Palmas arroja evidencias significativas en esta sequía galopante y que solo empeora el Real Valladolid: el primer triunfo en la isla no llegó hasta la jornada 11ª (1-0) al Girona y hubo un paréntesis de más de cuatro meses entre el certificado ante el Espanyol (1-0), justo antes del parón invernal, y el último, gracias al gol de Javi Muñoz en el descuento en el pulso con el Atlético de Madrid (1-0).

Además, se señala como determinantes, de manera inequívoca, los dos tropiezos consecutivos con Valencia (2-3) y Rayo Vallecano (0-1) a comienzos de mayo y justo cuando se habían revitalizado las opciones de salvación. Cuando se esperaba que el Gran Canaria fuese revulsivo y diera un empujón, acaso definitivo, para salir del trío de cola el varapalo fue doble y terminó de torcerlo todo.

Pese al apoyo de la afición

Esta dinámica, absolutamente incompatible con el objetivo de la permanencia, ha sido una constante de principio a fin y no fue corregida por ninguno de los técnicos que han pasado por el banquillo. Luis Carrión pasó de largo sin poder festejar victoria alguna en la condición de anfitrión y con Diego Martínez todo se limitó a imponerse a Girona, Valladolid, Espanyol y Atlético de Madrid, siempre por la mínima.

En numerosas ocasiones se aludió, por parte del propio Martínez y de numerosos jugadores, a la necesidad de hacerse fuertes en casa y aprovechar el apoyo de la afición, que ha acudido al recinto en una media fronteriza con los 20.000 espectadores por encuentro.

Palabras e intenciones que quedaron en nada.

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