La campaña de abonados más compleja para la UD Las Palmas
Fútbol ·
El descenso y el descontento social anuncian una disminución significativa de socios. El club viene del techo histórico de los 25.290 inscritosLa campaña de abonados de la UD para la temporada 2025-26 será presentada en unas semanas y supone un desafío en toda regla para la entidad. El escenario de volver a competir en Segunda División y el descontento social vigente, y expresado en el último partido disputado en el Gran Canaria, con pancartas y gritos que pedían cambios estructurales importante («no queremos disculpas, queremos dimisiones», rezaba uno de los carteles más visibles), anuncian una disminución en el número de renovaciones.
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En el año 2018, tras el último descenso a Segunda, el club no dudó, a modo de desagravio, en regalar a los abonados el nuevo carné. «Los abonados actuales de la UD no tendrán que pagar el abono de la temporada que viene. Hemos cometido muchos errores. Nos hemos arrastrado por Primera División, y por eso pido perdón», dijo entonces Miguel Ángel Ramírez.
Ahora no se espera lo mismo, salvo sorpresa, por lo que habrá que pasar por taquilla. Y ahí es donde se va a notar un bajón significativo en la demanda de butacas en una campaña que se presenta compleja, pues al cartel moderado de los adversarios se suma la previsión del inicio de las obras para la terminación y ampliación del estadio con visitas al Mundial 2030. Antes de que acabe el año se procederá a la demolición de la Grada Naciente, por lo que será obligatorio reubicar a ese sector en otra zona del recinto. Las incomodidades que acarrearán esos trabajos también juegan en contra.
La UD viene de alcanzar un listón histórico de 25.290 abonados, teniendo que establecer listas de espera dada la petición masiva, y que desbordó las previsiones, tanto de socios antiguos como de nuevo cuño. Durante la campaña, las asistencias a los partidos de local de la UD superaron la media de los 20.000 espectadores, una prueba más de la fidelidad de la masa social. Incluso con el equipo ya descendido, se superaron las 10.000 personas que vivieron en directo el último encuentro en la isla, un registro envidiable.
En la UD asumen el golpe que vendrá en este apartado y confían en que, como ya sucedió en fases anteriores, sean los resultados y el rendimiento de los futbolistas los que ejerzan de mejor reclamo para engancharse al nuevo proyecto. Pero hasta que eso suceda, se asume que no corren los mejores tiempos para pedir un esfuerzos a los fieles y, ni mucho menos, esperar que acudan en tromba a las taquillas como meses atrás.
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