Un 2023 de museo y para enmarcar
Fútbol ·
La UD cerró en San Mamés un año competitivo pleno, como acredita el ascenso a Primera y una permanencia ya encaminada
El partido en San Mamés puso el cierre a un 2023 triunfal para la UD y que será recordado por la plenitud que ha proporcionado el ascenso a Primera, materializado el pasado mes de mayo ante el Alavés, y la posterior consolidación en la categoría, con un primer tramo de campaña 2023-24 que ha posicionado al equipo de manera inmejorable para blindar su plaza en LaLiga EA Sports.
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El año deja, además, cuatro grandes nombres propios y de un protagonismo indudable por su influencia e impacto en la suerte y actualidad del club: Pimienta, hacedor de un proyecto sólido y que destila inmejorables sensaciones, Jonathan Viera, que ya es historia luego de una salida fulminante e inesperada, Valles, un santo bajo palos y jornada a jornada providencial con nivel de selección, y Kirian Rodríguez, recuperado a lo grande para la causa tras superar su lucha contra el cáncer.
El presente de la UD se escribe con saludables pulsaciones por la regularidad mostrada, sin acusar en ningún momento el cambio de escenario competitivo, lo que tiene un mérito incuestionable y permite que 2023 forme ya parte de la galería de los buenos recuerdos de la afición, enganchada a sus jugadores como en los mejores tiempos. Lo que empezó en Segunda y mil incógnitas abiertas, pues no había certezas en enero de que se tocara cima como se hizo, ha transcurrido a paso firme, siempre a más y con momentos culminantes.
Por encima de todos, el vivido el 27 de mayo en el Gran Canaria con un 0-0 ante el Alavés que sirvió para ascender por la vía directa, algo inédito en el siglo XXI. Victorias de especial brillo como las materializadas, en jornadas precedentes, en las visitas a Eibar (0-1) o Cartagena (1-4) permitieron al equipo depender de sí mismo e, incluso, sin la obligación de ganar para garantizar su pasaporte al ecosistema de los mejores del país. De hecho, el rush final del curso 2022-23 solo dejó dos triunfos en ocho compromisos.
Pero vivir de las rentas también vale en un campeonato frondoso y así escribió la UD su éxito meses atrás. El liderazgo de Viera, un Valles imperial bajo palos, Sandro, que llegó a tiempo con goles fundamentales y Kirian de vuelta, toda una inyección anímica en el vestuario, marcaron el paso hacia la gloria.
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Lo que vino después no ha sido más que la continuación de la buena siembra, elevada la exigencia por los imperativos de la Primera División.
No fueron fáciles los inicios, con las cinco primeras jornadas sin poder ganar y la presión que eso conlleva, aunque la maestría de García Pimienta, siempre sereno, ayudó a reconducir todo hasta el momento actual, en el que ni se cuestiona el porvenir en Primera por lo acumulado ya en el casillero de puntos y la brecha mayúscula con los escudos ahora en puestos de descenso.
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Versión actual
La UD actual, sin Viera pero con Kirian, Valles, Moleiro y Coco como grandes estandartes, tiene enganchada a la afición con sólidos argumentos. Su propuesta de juego gusta y es consecuente. Y los resultados, de momento, la validan por todo lo alto, una condición indispensable para salvaguardar el equilibrio global. Ni el terremoto desatado con la marcha de Viera sacudió el equilibrio interno. Y desde la dirigencia se inyectó más estabilidad anunciando la renovación hasta 2025 de Pimienta como getso de reconocimiento y refuerzo al preparador catalán y en una coyuntura muy marcada. Pese a la incidencia de las lesiones localizadas en piezas fundamentales, con Sandro más en la enfermería que en el césped o Moleiro fuera de combate al principio y también ahora, el rumbo no decae y el equipo mantiene una prestancia tan estimable como brillante.
Excelente caldo de cultivo para lo que viene en 2024. Con el Barcelona en casa y el derbi copero en el Heliodoro ante el Tenerife como entrantes sin igual.
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