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Sergio Araujo, jugador de la UD Las Palmas ,en una imagen de archivo de entrenamiento. ARCADIO SUÁREZ

Sergio Araujo ya está en Gran Canaria aunque con la idea de buscar una nueva salida de la UD

Citado para el 10 de agosto, día en el que se realizarán las pruebas médicas, el argentino apura sus vacaciones pendiente de ofertas

Ignacio S. Acedo

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.

Domingo, 2 de agosto 2020, 12:31

Sergio Araujo apura sus vacaciones ya en Gran Canaria, tras cerrar su última etapa en el fútbol griego, con la idea de buscar una nueva salida del club, tal y como hizo el pasado mes de enero o en la campaña 2017-18, la que concluyó con el descenso a Segunda División. Pero una cosa son sus deseos y otra lo que pueda pasar. Porque en la UD le han comunicado que la única vía de escape para él pasa por presentar una oferta que implique compensación económica para la entidad. O lo que es lo mismo, si no hay beneficio económico de por medio tendrá que ponerse a las órdenes de Pepe Mel para afrontar la próxima campaña. El 10 de agosto arrancan las pruebas médicas, sin ir más lejos.

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Araujo le ha pedido a su representante que explore las posibilidades fuera de aquí, si bien hay condicionantes que dificultan su deseo. En el AEK de Atenas no viene de rendir como esperaba, toda vez que el cambio de entrenador terminó recluyéndolo enun segundo plano para sumar quince partidos, partiendo más veces desde el banquillo que desde el once titular, y tres goles.

EL DATO

De hecho, la institución helena no activó su opción de compra y parece poco probable que vuelva a la carga. Antes, en el tramo inicial del curso, apenas fue perceptible en la UD a cuenta de una larga lesión, con operación quirúrgica intercalada, y que únicamente le permitió participar en seis encuentros entre Liga y Copa sin haber visto puerta.

Además de una campaña discreta, su alto salario y el hecho de que tenga contrato con la UD hasta 2023 encarecen las gestiones a posibles pretendendientes, más cuando en la zona noble del Gran Canaria exigen contraprestaciones y no piensan ceder.

Araujo ha perdido estrella en Las Palmas por sus últimos movimientos. Que se borrara del mapa en pleno ecuador del calendario causó honda decepción en el vestuario, la dirigencia y el mismísimo Pepe Mel, quien lo esperó con paciencia hasta diciembre para, semanas después, y con Narváez en la enfermería y Rubén entre algodones tras su larga convalecencia, ver que vaciaba su taquilla y emigraba a mitad de camino. Pese a que la operación era ventajosa en términos económicos, liberando de masa salarial y proporcionando réditos, a nivel deportivo muchos sostienen que influyó para mal por las continuas incidencias que arrastró el equipo en materia de bajas. De hecho, hubo de recurrir a un recurso de emergencia como Cristian López a finales de febrero porque con lo que había no alcanzaba para llegar hasta el final. Una maniobra desesperada y que provocó, precisamente, su baja repentina.

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Ahora, con la previsión de un mercado que anuncia recesión, movimientos marcados e inversiones mínimas, la vuelta de Araujo, pase lo que pase en las próximas semanas, se interpreta como un valor patrimonial que debe aprovecharse. O en el campo o con otra transacción. Si el futbolista termina quedándose y encajando los recortes salariales inevitables, en la plantilla sumará fuerzas y calidad, que no es poco y con las necesidades que hay en la plantilla. Y si se materializa una nueva marcha suya, a préstamo o vendido, comportará una inyección financiera que tampoco viene nada mal en los tiempos que corren.

Araujo se toma en la UD, por tanto, más como una solución que como un problema y el propio futbolista deberá asumirlo de igual manera a medida que corran los días. Fundamentalmente porque no se esperan novedades significativas y en ocho días toca volver a la actividad en este verano atípico y con los plazos alterados respecto a otros años.

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Los otros cedidos que retornan son Maikel Mesa, que no le llena el ojo a Mel, Deivid, con el que ya hay negociaciones para rescindir, y Edu Espiau, con sitio y posibilidades de quedarse.

Cristian Rivera, que completa esta lista de valores a préstamo, depende de si el Girona asciende o no a Primera, pues en ese caso la opción de compra por el asturiano sería obligatoria.

Tres años más de contrato le quedan a Sergio Araujo con la UD, a la que llegó en 2014 y con la que logró el ascenso a Primera en 2015. Desde aquel curso exitoso, en el que hizo 24 goles, no ha parado de decrecer su estrella hasta el punto de no querer seguir aquí.

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