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Borja Iglesias celebra el gol que clasificó el Betis para su quinta final de Copa del Rey. Afp
Borja Iglesias rescata al Betis y reduce al valiente Rayo
Semifinales | Vuelta

Borja Iglesias rescata al Betis y reduce al valiente Rayo

Lejos de su habitual juego vistoso, el conjunto verdiblanco calculó demasiado con el 1-2 de Vallecas y el Panda sobre la hora evitó que lo acabase pagando caro

Miércoles, 2 de marzo 2022

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El Betis se juega este jueves en el Villamarín la posibilidad de disputar la quinta final de Copa de su historia, 17 años después de la segunda que ganó en 2005. El Rayo no ha llegado nunca al partido por el título, por lo que, como reconoce Andoni Iraola, está ante «una oportunidad única» y, aunque tiene una clara desventaja tras el 1-2 de Vallecas, sueña con dar la campanada. «Tenemos más responsabilidad que el Rayo. Ganamos la ida y ahora jugamos en casa», recuerda Manuel Pellegrini, que reclama a sus jugadores «controlar el exceso de motivación para no cometer errores».

El Betis es superior y se agarra no solo al apoyo de su afición, sino también a su experiencia, su buen momento y, sobre todo, a su victoria en el primer partido, pese a que ya no valgan doble los goles en caso de empate en la eliminatoria. En el caso del Rayo, fundamenta su ilusión en que, aunque no ha derrotado al Betis en los tres encuentros anteriores esta temporada, siempre ha competido y los ha saldado con un empate y dos derrotas por la mínima. En la vuelta de semifinales, sin embargo, no le valdrá otro resultado que no sea la victoria, por lo que tendrá que arriesgar en terreno verdiblanco, cuando a domicilio el Rayo es uno de los peores equipos de la Liga.

Por si fuera poco, el Betis recuperará para duelo tan trascendental a Canales y Fekir, su cuarto máximo goleador tras Juanmi, Borja Iglesias y Willian José, mientras que el Rayo, que jugó su última semifinal copera hace 40 años, no podrá contar con su principal artillero, el lesionado Falcao. Otro espaldarazo para el equipo verdiblanco cuando ha dado ya un paso importante hacia la final que afrontaría en Sevilla, en La Cartuja.

El pasado domingo el Betis perdió en el Sánchez Pizjuán en el derbi (2-1) después de una gran racha de resultados y el técnico del Rayo advierte que el conjunto de Pellegrini «está a un rindiendo a un nivel muy alto». «Todos sabemos que es es muy difícil y que hay que hacer algo muy complejo», admite Iraola, quien desea que su equipo «no se pueda arrepentir de nada cuando el árbitro pite el final». Pellegrini reclama sin embargo «mantener el rendimiento futbolístico que ha permitido al Betis llegar a esta situación». «Así las cosas serán más fáciles», aventura el entrenador chileno.

El Betis de Pellegrini es un equipo alegre, con tendencia al fútbol ofensivo y de combinación, pero la quinta final de la Copa del Rey en la historia del club la alcanzó empleando demasiado la calculadora. Especuló en exceso ante el Rayo con el tesoro del 1-2 de Vallecas y el valiente equipo de la franja, ante el que no cabe reproche alguno pese a quedarse por el camino, cerca estuvo de hacérselo pagar caro. Tuvo la prórroga en sus manos y se le escapó 'in extremis', con el buen hacer de Borja Iglesias para el remate y la dosis de fortuna bética necesaria.

El Rayo salió valiente al partido. La oportunidad era histórica para un modesto con muy poco que perder y todo por ganar. Y es que el 1-2 de Vallecas ayudaba también a soltarse, pues obligaba a la victoria en el Villamarín, vestido de gala para la ocasión. La responsabilidad era toda para los verdiblancos, exigidos por la ventaja, su mejor plantel y con una final en su ciudad a un solo paso, y los intereses béticos pasaban por hacerse dueños del juego a través del gran manejo de balón de Canales, Fekir o Juanmi, con dos buenos guardaespaldas por detrás como Guido Rodríguez y William Carvalho.

Para contrarrestar ese plan de Pellegrini, Iraola lo apostó todo a la presión alta. Recuperar en campo bético y salir a la contra como cohetes, las claves del libreto rayista con el que el equipo franjirrojo desafió el favoritismo rival durante la primera parte. Generó más sensación de peligro el conjunto madrileño hasta el descanso y cortocircuitó el habitual buen juego del Betis. Le costó al conjunto sevillano entrar en ebullición, con Canales absolutamente anulado por el voluntarioso Rayo, muy reconocible en su propuesta, siempre buena señal. Por contra, el equipo local, desnaturalizado, debía recurrir a la profundidad de Álex Moreno por la banda izquierda ante el bloqueo por el centro.

Betis

Bravo, Sabaly, Pezzella, Edgar, Álex Moreno (Guardado, min. 96), Guido Rodríguez, William Carvalho, Canales, Fekir, Juanmi (Joaquín, min. 81) y Willian José (Borja Iglesias, min. 86).

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Rayo Vallecano

Luca Zidane, Balliu, Mario Suárez (Bebé, min. 78), Catena, Fran García, Valentín, Ciss (Comesaña, min. 62), Isi Palazón (Nteka, min. 62), Trejo, Álvaro García (Kevin Rodrigues, min. 89) y Sergi Guardiola (Sylla, min. 78).

  • Goles: 0-1, min. 80, Bebé. 1-1: min. 90+1, Borja Iglesias.

  • Árbitro: Martínez Munuera (Comité valenciano). Amonestó al rayista Balliu y al bético Willian José.

  • Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey disputado en el Benito Villamarín ante 50.916 espectadores.

La pausa no le cambió la cara al partido, con un Betis atascado y la valentía del Rayo al alza. Seguía el conjunto de la franja pisando dominios rivales con asiduidad, sin ningún tipo de complejos a un gol de enviar la eliminatoria a la prórroga. Iraola redobló la apuesta con atacantes de refresco como Nteka, Bebé o Sylla pero el atrevimiento visitante era pese a todo un arma de doble filo, con más espacios para que los esperados atacantes béticos terminasen por aparecer. La experiencia de la ida ya advertía a los pupilos de Iraola de la pegada adversaria y lo cierto es que un despiste fue suficiente para que Fekir se plantase en el área visitante y se topase con Luca Zidane con todo favor.

Paradójicamente, estaba mejor el Betis cuando el Rayo encontró el tanto que igualaba la eliminatoria. Bebé le sacó brillo a su violento golpeo con una falta al borde del área e hizo pagar muy caro el sesteo verdiblanco durante gran parte del partido. Solo el jarro de agua fría despertó a las huestes de Pellegrini, que pudieron solucionar el entuerto en un disparo de Fekir que se encontró con las manos blandas de Luca Zidane. Balliu salvó al guardameta francés sobre la línea de gol y cuando el pleito ya parecía encaminado a la prórroga, apareció el instinto rematador de Borja Iglesias y la fortuna para que Catena desviase un balón de Canales hacia el segundo palo, donde el Panda ejecutó, rescatando al Betis hacia su quinta final de Copa.

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