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Brad Newley festeja un triunfo del Granca en el CID con una afición con la que tuvo una comunión infinita. CBGC
Brad Newley, el guerrero aussie que cautivó al CID

Brad Newley, el guerrero aussie que cautivó al CID

El Club Baloncesto Gran Canaria homenajeará este sábado al exjugador australiano en el encuentro contra el Joventut | Dejó una huella imborrable en sus cuatro temporadas en la isla (2012-2016) | Berdi Pérez y Eulis Báez recuerdan su paso por un equipo que creció a una velocidad de vértigo

Óliver Suárez Armas

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 24 de abril 2024, 13:52

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Corazón, pasión y una comunión infinita con la afición del Club Baloncesto Gran Canaria. Un nombre ligado a muchos de los primeros éxitos deportivos como lanzadera primordial para levantar los títulos que quedarán para siempre en la vitrina de una entidad claretiana que prosigue disfrutando de su 60 aniversario.

Brad Newley (Adelaida, Australia, 18 de febrero de 1985) dejó una huella imborrable dentro y fuera de la pista durante las cuatro temporadas inolvidables en las que compitió en la isla (2012-2016), disputando 152 encuentros en la competición doméstica -la fase regular y el Playoff por el título, la Supercopa Endesa y la Copa del Rey- y 43 partidos en la EuroCup.

En ese periodo de tiempo en Gran Canaria, formó parte de un grupo que tocó el cielo con Pedro Martínez en el banquillo, logrando la clasificación para las semifinales de la Copa del Rey (Vitoria 2013) y del Playoff por el título por primera vez en la historia del Granca, al tiempo que luchó con Aíto García Reneses a los mandos por el entorchado continental de la EuroCup en el ejercicio 2014-2015 y por el cetro copero en la edición de 2016 en La Coruña. Casi nada. Un primer coqueteo con la gloria que vendría a continuación.

Beirán, Newley y Alvarado celebran el pase a semis en el Playoff en 2013. EFE

Después de reconocer la labor de expresidentes, de exentrenadores y de exjugadores que escribieron muchas de las páginas más trascendentales desde su fundación hasta la consolidación y crecimiento en la Liga ACB, el guerrero aussie será el siguiente en ser agasajado en el parqué de un Gran Canaria Arena que ya puso patas arriba como jugador. Vivió la magia del Centro Insular de Deportes (CID) y la mudanza al imperial recinto de Siete Palmas. Su presencia será uno de los grandes alicientes de un encuentro entre el cuadro de Jaka Lakovic y el Joventut con sabor a Playoff este sábado (19:45 horas).

Berdi Pérez, una leyenda en la cancha y en los despachos en la entidad insular (1985-2007 y 2012-2020), capitaneaba la dirección deportiva cuando apostó decididamente por un Brad Newley que ya contaba con experiencia en varios conjuntos europeos, como el Panionios BC griego en la temporada 2007-2008, el Panellinios griego en el curso 2008-2009, el Besiktas turco en la campaña 2009-2010 y el Lietuvos Rytas lituano de 2010 a 2012, en la Liga Endesa -aterrizó en el Valencia Basket en enero de 2012 y finalizó ese curso en el cuadro taronja- y que exhibió una gran versión con su selección en los Juegos Olímpicos de Londres en el verano de 2012 -firmó 7,8 puntos por choque-.

«Él tenía una cierta experiencia en Europa ya y yo iba siguiendo a varios jugadores, pero a veces piensas que no es para ti por caché o no es posible por cuestión de fichaje porque en aquella época nosotros éramos un club emergente todavía. El Valencia lo fichó para tres meses y ahí tenía un rol más residual, Me gustó porque creía que era carácter Granca o ADN Granca, como digo yo, porque cumplía todos los requisitos. Creo que no nos equivocamos y estuvo nada más y nada menos que cuatro años, que eso para un jugador extranjero y para el club tiene mucho mérito», valora Berdi Pérez a este periódico.

Cuestionado por si esperaba el encaje que tuvo en los proyectos dirigidos por Pedro Martínez y Aíto en su periodo en la isla, Berdi Pérez considera que «cuando fichas a un jugador, nunca sabes exactamente qué nivel va a dar ni la capacidad de integración que tendrá. Barruntas lo que estás viendo con lo que puede llegar a ser en tu club, en tu equipo, con tu entorno, con tu afición y ahí dices que aquí va a hacer más todavía. Y no hizo más, hizo mucho más. Creo que fue un jugador que conectó desde el primer día con la grada, como decía es ADN Granca 100%. Hay muchos jugadores que se caracterizan por eso, pero yo distinguiría a tres: Sitapha Savané, Jim Moran y Brad Newley en ese ADN de Granca. Independientemente de que luego sean buenos jugadores, estamos hablando de otras cosas. Nos hizo disfrutar a todos muchísimo en el Centro Insular y en el Gran Canaria Arena por esa entrega, esa energía y ese carácter tan extraordinario que tenía en su juego porque era un hombre súper alegre y súper extrovertido».

El exresponsable de la parcela deportiva del Gran Canaria se emociona al recordar su aparición estelar en el descanso del envite contra el UCAM Murcia aquel 20 de octubre de 2013 para revertir el marcador adverso y obtener un triunfo apoteósico. Y lo hizo tras haber sido padre horas antes. Una historia para recitar una y otra vez.

«Me dijo que venía y se me pusieron los pelos de punta»

«Me parece que estábamos perdiendo por 14 o 16 puntos y, llegando casi a la media parte, veía que no había manera. Su mujer había estado casi toda la noche para parir y parió justo antes de empezar el partido. Además, era su primer hijo. Le dijimos que primero era la salud, luego la familia y, en tercer lugar, que todo fuese bien. Viendo lo que estaba viendo, se me ocurrió llamarlo y decirle cómo estábamos, pero que respetabámos perfectamente su voluntad. Era para que lo supiera y, a partir de ahí, si había algún resquicio que lo valorara. Respetaríamos cualquier decisión. Me dijo que me esparara un momento, entiendo que habló con su mujer -Brigid Bowley-, con su hija recién nacida -Beth Rosa- y me dijo que tuviera todo preparado que iba para allá. Se me pusieron los pelos de punta y a alguno más que estaba a mi lado en ese momento», expone sonriente.

Berdi Pérez habla en la presentación oficial de Newley en 2012. CBGC

Berdi Pérez añade que «en esa época mucha gente salía al exterior a fumar, tomarse un refresco o lo que sea. Yo bajaba siempre a la taquilla. Recuerdo que bajé y me encuentro a un tío con el pelo rubio y largo que venía corriendo. No sé cómo salió del Materno ni cómo llegó, lo que sé es que estábamos abajo y vi a Brad Newley entrando. Entiendo que no durmió durante toda la noche, pero sí puedo decir que fue salir a la pista y empezar una energía a fluir en el Centro Insular de Deportes, una complicidad de la grada, ese hombre corriendo, saltando, volando con esa energía que siempre aportaba y ganamos el partido. Eso para mí es ADN Granca y siempre le estaré agradecido a su mujer y a él porque lo más fácil en ese momento hubiese sido decir que no había dormido, que estaba destrozado, que estaba en el hospital, que su mujer estaba sola y que lo sentía, pero que no podía ir. Y, por supuesto, lo hubiéramos entendido. Pero ese hombre que es todo carácter y raza llegó corriendo que yo lo vi».

«Yo creo que el taxista lo dejó en el otro lado de la Avenida Marítima y ese hombre la cruzó de un lado a otro. Tengo presente la imagen y el sentimiento. Fue entrar en la cancha y salió una energía de la grada del Centro Insular que el Murcia no sabía ni por donde ir. Creo que todo el equipo se contagió», argumenta.

Berdi Pérez señala que «hicimos grandes resultados con los dos grandes entrenadores que tuvimos en ese momento, primero con Pedro y luego Aíto. Las cotas de clasificación y de juego fueron máximas. Creo que quedamos en la cuarta y en la quinta posición, y la peor fue un octavo puesto. Fuimos finalistas de la Copa del Rey, entre otros datos para destacar«.

«Estoy encantado de haber coincidido con Brad Newley en esos cuatro años. Quiero destacar que, en primer lugar, es una buena persona, en segundo es un buen jugador y tercero es un hombre comprometido como muchos que han pasado por el Granca, que han hecho posible que el Granca este hoy a estos niveles. Entrenaba al 100% siempre. Cada momento que salía al campo, ya fuera en el minuto uno o en el 39, salía a morir. Y eso para cualquier entrenador, en este caso director deportivo, tener jugadores así es una buena suerte. Lo más importante es que no dependía de que las cosas le fueran bien para ser así. Es decir, que si ese día jugaba menos minutos seguía haciendo su trabajo con esa energía y se lo transmitía a todos. Lo llamaban 'caballo loco' por esa energía. Ha venido con toda su familia aquí desde Australia y con 39 años porque, como bien dijo, es donde mejor carrera ha hecho en la parte deportiva», analiza para poner en valor.

Newley se cuelga del aro en el CID y es sujetado por Edy Tavares. CBGC

«Creo que es el club en el que más años consecutivos estuvo. Eso da estabilidad al jugador y al club. Por suerte, el Granca siempre ha hecho lo posible para que se den todas esas situaciones, al menos mientras yo he estado», concluye Pérez.

«Representaba la energía pura y dura del equipo»

Otro histórico del Club Baloncesto Gran Canaria como Eulis Báez (2012-2019) compartió vestuario, cancha, carácter competitivo y múltiples vivencias con el exjugador nacido en Adelaida.

El exjugador dominicano destaca que «Brad representaba la energía pura y dura del equipo. Me acuerdo que, cuando necesitábamos energía, él era el primero que siempre se ponía delante junto con Tomás Bellas para correr el contraataque, y esa era su arma preferida, siempre corriendo el contraataque adelante con mucha energía una y otra vez, con lo que eso a nosotros nos daba muchísimo en el juego».

«Y luego lo que representa como persona. Lo de Brad fue magnífico durante los cuatro años que estuvo aquí, era uno de los favoritos del público por lo que decía, por sus características de ser un jugador alegre en la pista y en lo que se refiere a estar con sus compañeros, era un tipo chévere, como me gusta decir a mí, que bromeaba con los jugadores, con los compañeros, se divertía y también en el día a día en el entreno, el tío competía, se ponía serio, se picaba y se ponía a competir en los entrenos, con lo que eso ayudó a que el equipo fuera lo que fue, un equipo que consiguió entrar en las semifinales en el primer año que estuvo aquí para romper una barrera en la Copa del Rey, de pasar a segunda ronda, de conseguir el mayor número de victorias que se había conseguido en el club hasta ese momento, que creo que fueron 22 en un año», añade el excapitán amarillo a este periódico.

Báez incide en que «hay muchos hitos que se consiguieron aquí con él de ir a una semifinales de la EuroCup, donde en la final no pudimos competir al nivel que nos hubiese gustado, pero era un jugador que representaba eso para nosotros, el que daba la energía y esa chispa que necesitaba el equipo muchas veces».

Newley lanza a canasta en la final de la Copa del Rey en 2016 ACB Photo

Eulis Báez tiene muy presente ese episodio de Brad Newley en el Centro Insular de Deportes después del nacimiento de su hija.

«Recuerdo su heroica el día después de que nació su hija. Estar en el hospital y salir después de que su mujer diera a luz para irse a jugar un partido, esto hay personas que no lo pueden hacer. Bueno, ya he escuchado alguno por ahí que me ha hecho comentarios de esto alguna vez, de que cómo lo pudo hacer, que yo no dejaría a mi mujer para irme a jugar un partido de baloncesto, pero Brad esto lo vive y su familia también entendía que era un jugador de baloncesto profesional y que esas cosas son parte del oficio. El hecho de estar ahí presente para el nacimiento de su hija, ver que su mujer está bien, que su hija también y después salir volando para un partido que me acuerdo como si fuera ayer que no nos estaba yendo muy bien. Estábamos apagados, estos del Murcia nos estaban liando ahí en el CID y, de un momento a otro, entra Brad a la pista y todo el mundo se pone a gritar«.

«Nosotros estábamos en la pista y miramos al lateral para ver qué pasaba. Vimos que Brad acababa de llegar y encima el entrenador no tardó en meterlo. El tío cuando entra se come el mundo, empieza a correr el contraataque, mete una bandeja ahí, hace otra cosa allí y enicma empieza a animar al público. Me acuerdo que nos dio un plus de energía, remontamos el partido y sacamos la victoria. Fue algo bonito y que me quedo para el recuerdo», resalta con cariño y orgullo.

Una emoción para siempre

20 de octubre de 2013. El por entonces llamado Herbalife Gran Canaria recibe al UCAM Murcia en el CID en la segunda jornada de la temporada 2013-2014. Y lo hacía con la ausencia de Brad Newley porque horas antes su mujer Brigid dio a luz a su hija Beth Rosa.

Pedro Martínez no contaba con una pieza vital y encima se lesionaba Ben Hansbrough en el choque. Más problemas. Pero todo cambió cuando Newley decidió acudir al rescate de su equipo. Irrumpió en el inicio del tercer acto y la marea amarilla aumentó los decibelios en su fortín. Una emoción para recordar.

El entrenador catalán le dio entrada cuando cedía por 46-52 y lideró un parcial de 24-2 en poco más de siete minutos para desarbolar a su rival y terminar ganando por 86-69.

Brad Newley y su hija Beth Rosa. CBGC

Newley sumó nueve puntos, tres rebotes, un +/- de 29 puntos con él en el parqué y diez créditos de valoración en 12 minutos.

«Todo el mundo dice que fui un héroe y todas esas cosas, pero la verdadera heroína es mi esposa. Yo lo terminé al venir y jugar un partido simplemente», dijo ese día. Una lección de vida. Un recuerdo eterno.

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