‘Don Carlo’ revive desde una fosa
En una fosa común localizan un medallón. El mismo que 400 años antes lució Don Carlo y que simboliza su amor imposible por Elisabetta di Valois, pieza central de una de las composiciones más complejas y grandes en cuanto a reparto y producción de Giuseppe Verdi, con la que el próximo martes, a partir de las 20.00 horas, en el teatro Pérez Galdós, arranca la 52ª edición de la temporada de Ópera de Las Palmas de Gran Canaria Alfredo Kraus.
A partir de ese salto temporal, que se asemeja a las excavaciones arqueológicas egipcias y no a la memoria histórica política, puntualiza Ulises Jaén, director artístico de la asociación Amigos Canarios de la Ópera (ACO), se desarrolla el regreso, 27 años después, de Don Carlo a esta programación isleña.
«Es un proyecto ambicioso. Llevábamos mucho tiempo ambicionando tener este gran título verdiano y de la historia de la ópera. No lo hacíamos desde 1992», explicó ayer Óscar Muñoz, presidente de ACO.
Subrayó durante la presentación del título a los medios que esta apuesta es posible en buena medida gracias «al apoyo absoluto del Cabildo de Gran Canaria», ya que este título cuenta con el patrocinio adicional del Patronato de Turismo.
Conviene recordar que el Ayuntamiento capitalino aporta este año 420.000 euros, el Cabildo invierte directamente 200.000 euros, más la cesión gratuita de la Orquesta Filarmónica –que es de su propiedad– y 15.000 euros desde el Patronato de Turismo. En el vagón de cola está el Gobierno de Canarias, con 40.000 euros y la promesa de incrementarlos entre un 10 y 13%.
Ulises Jaén destacó que este Don Carlo cuenta con el «reparto» vocal del que más satisfecho está tras cinco años como director artístico de ACO.
«Esta ópera necesita un reparto extenso y con unos cantantes de primer nivel en todos los roles», apuntó, tras lo que definió el que se subirá al escenario del Galdós, los días 19, 21 y 23 de febrero, como «excepcional».
El tenor español Sergio Escobar se estrena en su país en la piel de Don Carlo.
«Es mi papel fetiche, lo he hecho en Italia, Japón y Alemania, pero nunca en España. Apuesto por un Don Carlo más en la línea de Schiller, como un héroe romántico, como un hombre débil, enfermo y denostado, diferente al héroe verdiano. Considero que es con el de Radamés [de Aida] el rol más difícil que he cantado. Tiene mucha zona aguda y es muy largo. Canta durante toda la ópera. Tras Otello, es también el más exigente desde un punto de vista interpretativo», señaló el cantante, que se estrena dentro de esta temporada, aunque en la isla sí ha cantado antes zarzuela.
Rebeka Lokar, soprano nacida en Maribor, repite en la temporada de ACO, pero estrena en su carrera a Elisabetta.
«Disfruto con este papel, que quería hacer desde hace mucho. Es un rol que me hace cantar bien y que se adapta muy bien a mi voz. Retrata un enamoramiento de juventud con Don Carlo. Cuando se casa con Filippo II es consciente de que no puede tener ese amor. De ahí ese precioso dúo final, donde cantan que se verán en la otra vida», dijo.
Completan el elenco de este montaje los cantantes: Giovanni Meoni, Varduhi Abrahamyan, Rubén Amoretti, Marcio Spotti, Rihards Macanovskis, Abenauara Graffigna, Gabriel Álvarez y Aitana Sanz.
Alfonso Romero firma la dirección escénica, que cobra un papel relevante en esta nueva producción de ACO. «Las nuevas tecnologías», reconoció Ulises Jaén, cobran aquí protagonismo con unas proyecciones que ayudan a seguir la historia y que cubren los cambios de escenario que implica Don Carlo y que dispararían los costes.
Esta apuesta permite, dijo, que solo haya una pausa y que la ópera dure, como mucho, tres horas y media –incluido el parón–.