Valsequillo vibró con su Perro Maldito

Valsequillo ha vivido esta noche un duelo épico entre el Perro Maldito y el Tiempo. El municipio ha vuelto a quedarse a oscuras cuando el reloj ha marcado la medianoche. Bajo el título «A Contrarreloj», la representación de teatro callejero, que este año cumple su trigésima novena edición, considerada una de las más importante del Archipiélago canario, ha transformado la Plaza de San Miguel y sus alrededores en cuatro vibrantes escenarios, abordando temas universales como el paso de la vida, la arrogancia humana y la inevitabilidad del destino.

Con una «Gender reveal» ha comenzado esta obra, un evento festivo que pronto se torna en una historia oscura al anunciar el nacimiento de un niño que «ya está maldito». En ese momento, aparece el Caminante (el Perro Maldito del futuro) que ofreció una profunda reflexión sobre la brevedad de la existencia, recordando que «la vida no es correr, sino detenerse… mirar, sentir, amar».

A partir de este inicio, el Perro se enfrenta de manera continua al Reloj. Un perro joven, al inicio de la obra, que ha representado el ego, la belleza efímera y el desenfreno que ha intentado luchar con todas sus fuerzas contra la imperturbable figura del Tiempo. «Soy la aguja y el hilo que une cada instante al siguiente. El hilo que teje tu cuna y tu tumba», ha dicho en un momento el Tiempo resistiéndose a la seducción y posteriormente a los ruegos del Perro «Concédeme tu eternidad y haré lo que me pidas». Sin embargo, el Tiempo se mostró implacable, sentenciando: «Yo no negocio. Yo cumplo».

Finalmente, ha aparecido sobre el escenario la figura del Perro Viejo, arrastrando sus huesos y con la espalda doblada, representa la inevitable derrota ante el paso de los años, una caída simbólica que culmina con su abatimiento y el anuncio del fin. Sin embargo, la obra concluyó con una madre abandonando al bebé con pequeños cuernos cerrando el ciclo de la maldición y dejando al público inmerso en una reflexión sobre el legado y las consecuencias del tiempo que se cree dominar.

En esta ocasión, la cita ha estado marcada por la presencia de la lluvia, pero esto no ha desanimado a las más de 200 personas entre participantes y equipo técnico que han participado en la preparación del evento. Y es que desde hace semanas se han estado realizado en el municipio talleres de teatro, vestuario, maquillaje, malabares o zancos y hoy los participantes han podido mostrar todo lo realizado y aprendido en este espectáculo comunitario.

Música en directo, efectos visuales y pirotecnia han sido otros de los elementos que se han sumado a esta puesta en escena. Casi cuatro décadas después, la tradición de la Suelta del Perro Maldito sigue viva y no solo se mantiene vigente, sino que continúa expandiendo su legado, transmitiendo su esencia de una generación a la siguiente.

La noche continuó con una gran exhibición de fuegos artificiales. En esta ocasión, la Pirotecnia San Miguel fue la encargada del espectáculo pirotécnico que no dejó indiferente a nadie. Unos fuegos dignos de un municipio, como el de Valsequillo, con gran tradición de pirotecnia. La verbena, en la Plaza de Tifariti, a cargo de Armonía Show y Dj Promaster pusieron el broche de oro a la noche.

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