Un muro desprendido obliga a cerrar 10 días después la piscina de San Fernando

No habían pasado 8 o 10 días desde la reapertura al público de la piscinaErnesto Hernández, en San Fernando (San Bartolomé de Tirajana), el 9 de mayo pasado, y el Ayuntamiento se vio obligado este martes a cerrar el vaso grande, el preolímpico. Una fuga de agua debió desprender un trozo del muro que cierra la estructura por uno de sus lados y ha dejado inoperativa la piscina, que ha sido vaciada. Seguirá operativo el vaso pequeño, el de las actividades dirigidas.

El gobierno local informa de que las obras ya están en marcha y confía en que estén listas en dos semanas. AV-PP, en la oposición, sostiene, sin embargo, que lo sucedido es «inadmisible» y exige al gobierno local «que deje de torpedear la vida de los vecinos, que no se merecen esto».

El edil de Deportes, Samuel Henríquez, salió este martes al paso para dejar claro que el incidente «nada tiene que ver con las obras de climatización» que acaban de concluir y que financió el Cabildo por 564.000 euros. «Se trata de un vicio oculto», subrayó.

Y lo explicó así. «Hace 19 años se realizó una obra y se dieron cuenta de que las medidas de la piscina excedían de los 25,30 metros establecidos, según nos dicen los trabajadores municipales». Entonces, prosigue Henríquez, se optó por levantar «un muro que no fue anclado al muro principal de la piscina».

Sostiene que pese a que durante estos años se han venido ejecutando obras de impermeabilización y otras actuaciones, ha sido tras esta última, de mayor calado, «y probablemente como consecuencia de una pequeña filtración de agua, cuando la presión hizo que cediese ese muro». Según el concejal, la misma empresa a la que se le adjudicó la climatización de la piscina está rehabilitando la parte dañada.

«A la mayor brevedad posible la piscina volverá a estar en uso», apostilla el concejal, que confía en que las obras puedan estar concluidas en unas dos semanas. En todo caso, precisa que el complejo no está cerrado, pues se mantiene operativo el vaso pequeño, el que se usa para las actividades dirigidas, como la de aquaerobic, que son impartidas por un club deportivo local.

Hasta este martes no tenía aún el dato del coste, pero sí detalló que ha podido justificar la urgencia de las obras y adjudicárselas a la empresa que asumió los trabajos de climatización. Aquel proyecto incluyó también la instalación de unas placas fotovoltaicas de 100 KW que han convertido a esta piscina en «una de las primeras de la isla en ser autosuficientes», según afirmó el edil Henríquez. Se la dotó igualmente de unas mantas o protectores térmicos, que son los que mantendrán estable la temperatura del agua durante las noches.

AV-PP, en la oposición, ve en lo sucedido con la piscina «un nuevo capítulo de las constantes ventas de humo» del gobierno municipal. Critica que el presidente del Cabildo, consejeros, alcaldesa y ediles la reabrieran «a bombo y platillo para ofrecer esta lamentable estampa, echar el cerrojo 10 días después porque tienen que volver a hacer obras». Entiende que lo que ha pasado es que la reabrieron «a toda prisa». Califica lo sucedido de «inadmisible».

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