Guagüeros y empresa acercan posturas a falta de dos reuniones antes del inicio de la huelga

Los guagüeros y la compañía municipal de transporte siguen quemando etapas en el viaje de la negociación. Aunque las dos partes se mostraron prudentes respecto a la posibilidad de alcanzar un encuentro que frene la huelga convocada para la próxima semana, a la salida de la reunión que tuvo lugar este lunes se notaba un cierto optimismo contenido.En todo caso, en estos momentos del conflicto laboral, todo dependerá de la posición que adopte la asamblea general de trabajadores el próximo viernes.

El primer acercamiento entre las dos partes es el relativo a la inclusión de las 35 horas semanales en el artículo 28 del convenio colectivo de Guaguas Municipales, que es el referido a la duración de la jornada laboral pactada. Hasta ahora el convenio fijaba esa duración en las 37,5 horas y se rebajaba a 35 horas en virtud de un anexo.

La aplicación de las 35 horas es el punto principal sobre el cual pivota el conflicto laboral de Guaguas Municipales en la actualidad. La empresa considera que tiene que ser compensada con mayor productividad por parte de los trabajadores, en virtud de un acuerdo de 2019. En aquella ocasión se pactó que la reducción a 35 horas (de las 37,5 vigentes en aquel momento) se haría «a cambio de modificaciones que flexibilicen la organización del trabajo en la empresa y posibiliten una mejor utilización de los recursos con objeto de compensar el incremento de costes que ha supuestos para la empresa dicha reducción de jornada».

Sin embargo, los trabajadores opinan que lo que se quiere hacer ahora con esta flexibilización del trabajo es enjugar la pérdida que tuvo Guaguas Municipales el año pasado, algo que consideran coyuntural y atribuyen a las restricciones que se impusieron en la lucha contra el covid-19, así como a los meses de confinamiento de la población.

Sea como fuere, la aceptación de la inclusión de las 35 horas en el artículo que fija la jornada laboral es interpretada por los trabajadores como la aceptación «sin condicionantes».

Otro de los aspectos que parecen augurar un mejor entendimiento entre las partes es el referido a las vacaciones estivales. La empresa había fijado, para garantizar la continuidad del servicio en condiciones normales, la obligatoriedad de que en verano el tiempo máximo de vacaciones fuera de dos semanas, dejando las tres restantes a libre disposición de los empleados.

El secretario del comité de huelga, Wolfang Alcántara, detalló que la parte social ofreció este lunes a la empresa el matiz de que el fraccionamiento fuera voluntario, de modo que se aplicara solo a quienes lo pidieran. «No les gustó porque entienden que es un arma que se da a los trabajadores», expuso, «pero parece que están dispuestos a retirar el fraccionamiento» de las vacaciones en los meses de verano.

En todo caso, el punto de fricción más importante sigue sin aliviar la presión que pesa sobre la negociación. Los trabajadores ofrecieron a la empresa una propuesta cuyo contenido no ha sido desvelado porque está siendo analizada en estos momentos, si bien tiene que ver con la posibilidad de aplicar una fórmula que reduzca el coste de horas extra que puede representar para la empresa el hecho de tener que reducir la jornada sin compensaciones de productividad.

Al respecto, los trabajadores recriminaron a la dirección de Guaguas Municipales que dijera que la pérdida de 111 horas por trabajador vaya a suponer un sobrecoste de dos millones de euros. Ellos dicen que ese cálculo no es correcto porque debe hacerse a coste de hora ordinaria trabajada, que es menos costosa que la hora extra.

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