Urgente Uruguay, Arabia Saudí y Cabo Verde, rivales de España en el Mundial
Marcos José L.S., el día de la reconstrucción Cober

Crimen de Pérez del Toro: el fiscal pide un año y medio por miedo insuperable

Tribunales ·

El Ministerio Público entiende que Marcos José L.S. acabó con la vida de su tío, pero actuó bajo el «temor por su propia vida»

Francisco José Fajardo

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 19 de abril 2023, 00:26

El fiscal responsable del procedimiento abierto por el crimen de Pérez del Toro, en el que el joven estudiante Marcos José L.S. acabó con la vida de su tío, que a su vez había matado minutos antes a su madre, le pide una condena de un año y medio de prisión por la comisión de un delito de homicidio. La clave que motiva el hecho de que la petición de pena sea tan baja en este escrito de acusación están en las circunstancias atenuantes que ha apreciado el Ministerio Público: el autor actuó en un escenario de miedo insuperable y, además, confesó y colaboró con la investigación.

Publicidad

El caso podría cerrarse en una conformidad entre las partes antes de que se constituya el jurado popular.

Se trata de un suceso ocurrido en la calle Pérez del Toro, de la capital grancanaria, el pasado 12 de abril de 2021 y que causó una enorme conmoción. En el número 34 de esta concurrida zona, vivía Josefina Esquerdo -encamada y de 85 años- junto a su hijo José Miguel López, una persona a la que el fiscal Javier García Cabañas describió como alguien «de difícil carácter, un tanto asocial y que en ocasiones presentaba episodios agresivos de pérdida de contacto con la realidad». Acompañándolos, moraba el nieto de Josefina, que era natural de Fuerteventura pero se había mudado a Gran Canaria para estudiar.

La clave

El procedimiento podría cerrarse en un acuerdo entre el fiscal y la defensa, ejercida por el letrado José Gerardo Ruiz Pasquau

En este escenario, la acusación determina que sobre las 21.30 horas «tras llegar a su casa» Marcos José descansaba recostado en su cama utilizando su teléfono móvil cuando, «de repente y sin motivo aparente», su tío José Miguel entró en su dormitorio e «intentó arrebatárselo sin conseguirlo», por lo que abandonó la estancia «sin más».

Describe esta parte que, minutos después, su tío volvió a entrar en la habitación del acusado «esta vez portando un cuchillo de 32 centímetros de hoja de único filo cortante de 21,4 centímetros de longitud y un martillo tipo mazo». Entonces y sin mediar palabra, «con ambos objetos comenzó a agredir brutalmente» a Marcos José «quien forcejeó en su defensa de manera violenta con el agresor».

Como consecuencia de este ataque, el joven sufrió múltiples heridas sangrantes en cabeza, cara, y tórax, así como en las manos «fruto de la actitud defensiva», pero consiguió «expulsar» a su tío de la habitación «permaneciendo encerrado en ella y ya a salvo».

Publicidad

Lo que no sabía Marcos José es que, instantes antes, su tío había acabado con la vida de su propia madre asestándole una única puñalada mortal en la parte superior derecha del pecho.

Llamadas de auxilio

Una vez encerrado en su habitación el joven de Fuerteventura, «aún dominado por el pánico», apunta el fiscal, efectuó una llamada al teléfono de emergencias «dando cuenta de lo ocurrido demandando urgentemente la presencia policial y advirtiendo al operador que procedieran a la entrada en el domicilio directamente, incluso de forma violenta». Todo ello, ante el «grave e inminente peligro que corría» ya que había sido atacado por el asesino de su abuela.

José Miguel López Esquerdo, que acabó con la vida de su madre asestándole una cuchillada. C7

Esta primera comunicación se produjo a las 21.46 horas y la misma duró un minuto y 47 segundos. Marcos José respondió a la operadora susurrando «por favor, me han intentado asesinar en Pérez del Toro 34, disculpa», para que su agresor no lo escuchara. Le pidieron más datos y manifestó que «es que no lo puedo justificar si no viene la policía». Ante la insistencia del técnico, añadió que no sabía qué era lo que ocurría porque «me intentó matar por la casa», en referencia a su tío José Miguel. «No puedo dar explicaciones, solo escúcheme por favor. ¿Vienes en serio?», cuestionó el joven.

Publicidad

Esta comunicación la realizó de forma conjunta con otras que hizo a sus padres. También les envió fotos en las que se veía un charco de su propia sangre que había en el suelo de la habitación y otra imagen de su rostro herido. También remitió por WhatsApp estos documentos a su primo.

Dos minutos después, a las 21.48 horas y al ver que lo llegaba la policía, Marcos José volvió a telefonear al 112 y preguntó directamente: «¿Podrían mandar a alguien? Creo que acaba de matar a mi abuela». El agresor, según dijo, estaba «en la casa conmigo, pero yo no tengo llaves», apuntó preocupado por si no podrían entrar los agentes al domicilio.

Publicidad

La Fiscalía Provincial aplica al delito de homicidio las circunstancias atenuantes de miedo insuperable y de confesión muy cualificada

Por este motivo y dada la gravedad del momento ya que José Miguel había acabado con la vida de su propia madre instantes antes y luego lo había atacado a él clavándole incluso el cuchillo en el pecho con la suerte de que dio en el esternón, el investigado suplicó al 112 que no dudaran a la hora de entrar en la casa: «Entren directos, no esperen a que nadie les abra», exclamó.

En respuesta a su llamada se personaron en la casa agentes de la Policía Nacional que «llamando a la puerta de la vivienda solicitaban que les fuera franqueada la entrada».

Al escuchar a los policías y suponiendo que José Miguel «se había tranquilizado un poco» e, incluso, «le había conminado que saliera ya que no pensaba hacerle nada», decidió abrir la habitación, «no sin el temor que le embargaba», y se dirigió a la puerta de la calle «para permitir la entrada de los efectivos policiales». Todo ello, añade el fiscal, «con la perturbación angustiosa ante el temor por su propia vida».

Publicidad

Al salir, vio sobre una mesa el cuchillo con el que su tío le había agredido y se hizo con él.

No abrían la puerta

Ya con el arma «en su poder», Marcos José se acercó «sigilosamente por un pasillo» a la entrada, mientras continuaba escuchando a los agentes que pedían que les abriesen la puerta.

En ese instante, vio a su agresor en posición «decúbito prono con ambas manos en la nuca y dedos entrelazados» a unos dos metros de la puerta y, fruto del miedo, se metió entonces en el baño «aguardando un breve lapso de tiempo a la espera de que los miembros del cuerpo policial intervinieran sin que estos lo hicieran».

Noticia Patrocinada

Entonces, al ver que los policías no entraban y «esgrimiendo el cuchillo en su mano derecha», salió para abrirles la puerta, momento en que José Miguel «hizo ademán de incorporarse». En ese trágico instante y «con ánimo de acabar con su vida», le clavó el cuchillo en la espalda provocando su muerte casi inmediata por shock hipovolémico -pérdida masiva de sangre- e insuficiencia respiratoria aguda.

Tras ser asistido por un médico, Marcos José narró lo sucedido «desde un principio» con «total veracidad, de manera real y sincera», proporcionando datos que, para el fiscal, fueron relevantes en aras del «esclarecimiento de lo sucedido».

Publicidad

La pena

En este procedimiento, la hija única del fallecido y el resto de sus herederos han renunciado a cuantas acciones les pudieran corresponder.

Con estos componentes, la Fiscalía ha tenido en cuenta las dos circunstancias atenuantes referidas de miedo insuperable y confesión, para pedir a Marcos José L.S. un año y medio de prisión por un delito de homicidio.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad